La Defensa Civil cubana quiso dar de qué hablar este fin de semana durante el ejercicio nacional Meteoro 2025, al mostrar con orgullo un dron equipado con altavoces que sobrevolaba un área lanzando mensajes de alerta sobre lluvias intensas. El invento, según dijeron, forma parte del «perfeccionamiento» de los sistemas de aviso temprano a la población.
En el video publicado en Facebook por la propia institución, se escucha al dron repetir: “Atención, se pronostican intensas lluvias, protéjase en zonas seguras”. Todo muy dramático, como de película, pero también muy superficial.
La demostración tuvo lugar en la sede del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y, según lo que dejaron entrever, el uso de estos drones busca mejorar la capacidad de respuesta ante fenómenos meteorológicos extremos. Eso sí, no soltaron prenda sobre cómo ni cuándo se usaría esta tecnología en la vida real.
Luis Enrique Ramos Nuevas, investigador e historiador, fue uno de los que celebró la “novedad” desde sus redes, diciendo que es positivo ver a los UAV volando con altavoz incluido para lanzar avisos. “Felicitaciones para nuestra Defensa Civil”, escribió con entusiasmo. Pero la verdad es que el entusiasmo no alcanzó para disipar las dudas.
No quedó claro si estos drones llegarían a comunidades aisladas, si actuarían como respaldo cuando la radio o el teléfono colapsen, o si solo serán una carta bajo la manga para cuando pase un huracán y haya que dar instrucciones urgentes. Lo cierto es que el anuncio se quedó en lo superficial, sin detalles técnicos ni planes concretos.
Como parte del mismo show, también enseñaron otro dron supuestamente diseñado para combatir incendios. La escena fue presentada durante las maniobras del ejercicio, con todo el aparataje militar de fondo y un aire de gran innovación.
Pero otra vez, la historia fue más de forma que de fondo. Ninguna información sobre su funcionamiento, ni sobre cuánto aguanta, si es efectivo en medio de un incendio real o si tiene la autonomía necesaria para cubrir zonas amplias. Todo quedó en la vitrina de la propaganda, sin sustancia ni respaldo técnico.
Y mientras el régimen se luce con drones parlantes y «apagafuegos», la memoria reciente le pasa factura. Basta recordar cómo, menos de un año atrás, el pueblo de Baracoa quedó a merced del huracán Oscar, sin aviso claro ni alertas oportunas, dependiendo más de la solidaridad vecinal que de los sistemas estatales.