Otro cubano en la mira de la justicia estadounidense. Esta vez se trata de Julián López, un residente del condado de Miami-Dade que acaba de ser condenado a dos años y medio de prisión por participar en un esquema para estafar al Medicare con más de 3.2 millones de dólares.
Según informó el Departamento de Justicia de EE. UU., además de cumplir su tiempo tras las rejas, López tendrá que devolver 1,496,412 dólares, una cifra que representa parte del dinero defraudado al sistema de salud.
Este caso se resolvió el pasado 20 de mayo, cuando un juez federal dictó la sentencia definitiva. Ya en febrero, López se había declarado culpable de dos cargos relacionados con fraude a los servicios de atención médica.
¿Cómo fue la jugada? De acuerdo con los documentos judiciales, el acusado consiguió tarjetas de beneficiarios de Medicare y vendió esa información personal a una compañía llamada One Medical Services, que se dedicaba —en el papel— al suministro de equipos médicos duraderos (EMD). Pero todo era pura fachada.
La empresa, en realidad, usó esos datos para facturarle a Medicare equipos ortopédicos que nunca entregaron a nadie, según explicó el Departamento de Justicia. Así fue como lograron colar reclamaciones falsas por más de 3.2 millones de dólares, solicitando reembolsos por artículos que ni hacían falta ni existieron.
Un patrón que se repite
El fraude en el sistema de salud no es nuevo en el sur de Florida, y cada vez hay más cubanos involucrados en estas tramas que combinan robo de identidad, empresas fantasmas y muchísimo dinero.
Un ejemplo reciente es el de Fernando Espinosa León, otro cubano residente en Florida, que en marzo fue condenado a casi seis años de cárcel tras estafar al Medicare con más de 7.6 millones de dólares. También tuvo que soltar más de 4 millones que había ganado con el negocio sucio.
Y por si fuera poco, el empresario cubano Edelberto Borges Morales, desde su base en Hialeah, fue acusado de lavar 1.9 millones de dólares, parte de un fraude mayor al Medicare que rozó los 41 millones. Lo más curioso del caso es que envió parte de ese dinero a Cuba, haciendo más de 30 viajes entre Miami y la isla en apenas dos años.
Borges fue arrestado el 20 de marzo, justo cuando estaba a punto de tomar un vuelo con destino a Varadero. Ahora enfrenta un cargo federal por conspiración para cometer lavado de dinero, delito que podría costarle hasta 20 años de prisión.