La temporada de lluvias en Cuba arranca con fuerza, y no es cuento. Una onda tropical tempranera, la primera del año, ya está metiendo presión al sur de la Isla y promete mover el avispero del tiempo esta semana con un aumento notorio de lluvias y tormentas eléctricas.
El meteorólogo Raydel Ruisánchez lo soltó bien clarito desde su perfil en Facebook: este sistema, combinado con el calorazo que está haciendo, las condiciones locales y una circulación ciclónica en niveles altos de la atmósfera, va a poner a caer agua con ganas, especialmente por las tardes.
Según explicó, las lluvias arrancarán este martes por la zona oriental de Cuba, y poco a poco irán barriendo el resto del país. Aunque esto es parte de lo típico en esta etapa del año, el experto no descartó que se den episodios de lluvias intensas e incluso tormentas severas en algunas zonas.
Este domingo, Ruisánchez ya había adelantado que las lluvias más fuertes se verían en el occidente del país, sobre todo en el interior y el norte del extremo occidental, así como en algunas áreas del sur. En el resto del archipiélago, los aguaceros serían más escasos, o quizás ni aparezcan.
“Ojo con las tormentas eléctricas”, advirtió el meteorólogo, quien sigue los modelos de predicción de lluvias con lupa para alertar con tiempo sobre cualquier cosa que se ponga fea.
Por su parte, el veterano José Rubiera, uno de los rostros más confiables de la meteorología cubana, comentó en su canal de YouTube que esta primera onda tropical ya salió de África el domingo 18, aunque dejó claro que por ahora no representa ningún peligro. “Es un sistema débil, pero interesante por ser el primero. No hay condiciones ahora mismo para que se forme algo serio en el Atlántico”, explicó.
Pero eso no quiere decir que podamos dormirnos en los laureles. La NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU.) ya tiró su pronóstico oficial para la temporada ciclónica del Atlántico 2025, y no pinta nada floja. Según los expertos, este año podríamos ver una temporada más activa de lo normal, con altas probabilidades de tormentas poderosas.
Ellos estiman que entre 13 y 19 tormentas con nombre podrían formarse, de las cuales de 6 a 10 llegarían a ser huracanes, y entre 3 y 5 alcanzarían categoría mayor, es decir, categoría 3 o más. Y el panorama se explica, entre otras cosas, por las altas temperaturas del océano, un monzón africano más fuerte de lo habitual, y la fase neutral del fenómeno El Niño, que al no estar activo, no interfiere con la formación de ciclones.
