Lo que parecía una tarde cualquiera en La Habana se convirtió en puro caos en cuestión de minutos, cuando una tormenta eléctrica se desató con furia sobre varios municipios de la capital. La Víbora, en el corazón del 10 de Octubre, fue uno de los puntos más afectados.
La gente lo cuenta como si fuera una película: «se formó una ventolera de pronto, el cielo se puso negro, y de ahí pa’ allá, aquello fue candela», dijo un vecino a través de redes. Y no exageraba. Árboles en el suelo, cables caídos, calles bloqueadas, apagones por todos lados… El susto fue general.
Las imágenes que compartió el Instituto de Meteorología (INSMET) en Facebook muestran la magnitud del desastre. Justo cerca del Parque Córdoba, los árboles quedaron partidos como si fueran de papel, y las ramas tapaban la vía pública, dejando algunas zonas prácticamente incomunicadas. Los postes eléctricos tampoco aguantaron el azote y terminaron doblados o en el piso.
Desde Lawton hasta el Vedado, las personas coinciden en lo mismo: la tormenta se sintió con fuerza. “Todo se oscureció de repente, como si apagaran el mundo, y la lluvia cayó con una furia que daba miedo”, contó un habanero. En el Vedado, una internauta confesó: “No vivía algo así desde hace mucho. Fue espantoso”.
Y por si fuera poco, este aguacero con truenos llegó poquitas horas después de que se reportara un posible tornado cerca del Aeropuerto José Martí. En varios videos que circularon en redes, se podía ver una columna de aire girando, con ráfagas de viento que hacían pensar lo peor.
Pero el INSMET aclaró el asunto: no fue un tornado, aunque sí estuvo cerca. Lo que se vivió fue una tormenta local severa (TLS), de esas que aparecen sin mucha señal y lo ponen todo patas arriba. Según el informe oficial, se trató de chubascos intensos con truenos, vientos muy fuertes y en algunos lugares, hasta granizo.
Los meteorólogos explicaron que el combo explosivo del día —calor insoportable, humedad pegajosa e inestabilidad en la atmósfera— fue el caldo de cultivo perfecto para que se formaran estas tormentas en varias zonas del occidente cubano.
Vecindarios de Boyeros, Arroyo Naranjo, Plaza de la Revolución y otras partes del centro-sur habanero también se llevaron su buena dosis de agua y viento.