La cosa en La Habana está que arde… pero no por el calor, sino porque la Empresa Eléctrica anunció que ahora también habrá apagones en plena madrugada. Como si no bastara con las largas horas sin luz durante el día, ahora los habaneros tendrán que acostumbrarse a que ni de noche se puede dormir tranquilo.
Según explicaron en una publicación en Facebook, esta medida de emergencia busca “equilibrar las afectaciones” por el desastre que es hoy el Sistema Eléctrico Nacional (SEN). En otras palabras: la corriente no alcanza, y hay que repartir el apagón como se pueda.
La nueva vuelta consiste en que, si tu cuadra no fue afectada durante el horario habitual —que ya de por sí puede ir desde la mañana hasta medianoche—, pues prepárate porque te toca apagón cuando más sueñas, entre gallos y medianoche. La empresa dijo que los cortes extras durarán hasta una hora, pero ya la gente sabe que una hora en Cuba puede estirarse como un chicle.
«Los bloques que no se apagaron durante el día, se irán en la madrugada», soltaron en otro post, confirmando que la tanda nocturna se va a mover con el mismo orden que los apagones diurnos. O sea, lo que no te tocó hoy, te lo cobran mientras duermes.
En teoría, los cortes están organizados en bloques de cuatro horas que se reparten desde las 10:00 de la mañana hasta la medianoche. Pero en la calle, la historia es otra. Los apagones reales pueden durar seis, siete u ocho horas, y eso sin contar que a veces la luz se va cuando le da la gana y regresa cuando quiere, como si tuviera vida propia.
Y si de contexto hablamos, este anuncio no cae del cielo. La crisis energética en Cuba se ha ido agudizando, con una mezcla explosiva de plantas termoeléctricas a punto de colapsar, escasez de combustible, y un mantenimiento que brilla por su ausencia. El resultado: apagones que afectan desde la producción en fábricas hasta el simple hecho de cocinar en una casa.
Lo más duro es que las soluciones que se están tomando no atacan el problema de fondo, solo lo maquillan un poco. Y mientras tanto, el cubano común tiene que ajustar su vida a la oscuridad, como pueda y cuando pueda.