Un video grabado en plena Calzada del Cerro, justo frente al cuerpo de bomberos y a dos pasos de la populosa barriada del Canal, tiene a medio internet cubano rascándose la cabeza. ¿La razón? Un grupo de personas —muchos de ellos mayores— agachados en plena vía, jugándose la vida entre carros, recogiendo… ¿papeles?
La escena es tan insólita como desconcertante. En el video, que ya le ha dado la vuelta a Facebook, se ve a un niño acompañado por un joven arrojando al aire un montón de papelitos. En segundos, la calle se convierte en un campo de batalla: abuelos, vecinos, curiosos… todos se lanzan a recoger lo que sea que cayó al piso como si fueran dólares volando.
Pero aquí viene lo bueno: nadie, ni los que grabaron ni los que comentan, sabe con certeza qué eran esos papeles. ¿Billetes? ¿Propaganda? ¿Misteriosa promoción de algún concierto de reguetón? Cada quien tiene su teoría.
El video fue subido el 25 de mayo por el cantante Saúl Manuel. No puso explicación, no dijo nada… solo lanzó el video al ruedo y se sentó a ver el mundo arder. Más de 1,300 comentarios después, la confusión sigue. Lo único claro es que el morbo, la crítica social y el relajo no se hicieron esperar.
¿Y entonces? ¿Qué era lo que estaban recogiendo?
1. Octavillas políticas
Una de las primeras hipótesis fue que se trataba de octavillas, esos papelitos con mensajes antigobierno que suelen aparecer de vez en cuando. Pero… si eso fuera así, ¿cómo es que no llegó la Seguridad del Estado en menos de cinco minutos?
2. ¿Dinero? ¿En serio?
Algunos aseguran haber visto billetes de a peso, de cien euros, hasta dólares. Un usuario comentó: “Aunque fueran de a uno, con el hambre que hay, se entiende”. Pero otro contraatacó rápido: “Si fuera dinero, ahí no pasaba ni una bicicleta, olvídate del tráfico”.
3. Papeles sin valor (pero útiles)
Otra teoría más terrenal dice que eran envoltorios de coquito, tal vez de una vendedora que los perdió y los vecinos, buena gente, trataron de recuperar. Una señora hasta dijo que podían ser papelitos para limpiarse “porque el papel sanitario está por las nubes”. Y en este país, créeme, eso no se bota.
4. ¿Invitaciones a un concierto de reparterismo?
Otros se fueron por la tangente: que si entradas para una fiesta, que si boletos para comprar en la Mipyme, que si un sorteo clandestino. Imaginación no falta.
5. ¿Una cámara oculta?
Algunos, desconfiados como buenos cubanos, sugirieron que era todo una cámara oculta, un experimento social. Pero el final nunca llegó. Nadie salió a explicar nada. Todo quedó en el misterio.
Más allá del papelito: lo que el video realmente muestra
Más allá de qué se recogía, este episodio es un espejo de lo que se vive hoy en Cuba. Para unos, refleja desesperación y pérdida de dignidad. Para otros, simplemente hambre y necesidad. “Tiren migajas que el pueblo recoge lo que sea”, escribió alguien. Otro respondió: “Es fácil criticar desde el sofá en Miami, pero aquí hay gente que tiene que inventar para comer”.
Este pequeño momento viral resume muchas verdades duras: la escasez extrema, la desconfianza total hacia todo, y la fractura social entre los que creen, los que no, y los que solo sobreviven. Un país donde hasta los papelitos en el piso generan teorías, polémica… y tristeza.
Puede que nunca sepamos qué se recogía en esa calle del Cerro, pero sí sabemos una cosa: agacharse hoy en Cuba no es solo físico, es también simbólico. Porque hace rato que a este pueblo lo tienen recogiendo las sobras… literalmente.
