Si pensabas que ya lo habías visto todo en Cuba, prepárate, porque esta historia supera cualquier novela. La crisis en la isla está tan fuera de control que ahora los robos no esperan ni a que los vehículos se detengan. Sí, como lo lees: un hombre se subió a un camión en movimiento en plena avenida habanera solo para robar un rollo de mangueras. Así de desesperada está la cosa.
El suceso fue compartido en Facebook por Fernanda Hidalgo, una de esas comunicadoras bien alineadas con el régimen, quien aprovechó para aplaudir a la policía por atrapar al presunto ladrón, llamándolos “héroes de azul”. Aunque, viendo cómo está el país, ya no se sabe si son héroes o simplemente bomberos apagando incendios con cubos.
Según testigos, el robo ocurrió en la avenida Ciudamar. El sujeto saltó literalmente hacia la parte trasera del camión, agarró el rollo de manguera y lo lanzó a la calle. Todo esto con el camión andando. Una escena digna de película… pero versión “Cuba colapsada”.
La historia no termina ahí. Por suerte (o por casualidad), una patrulla conocida popularmente como “la Yabo de la Felpa Azul” venía detrás y actuó rápido. El ladrón trató de escapar lanzándose del camión, pero fue atrapado a las pocas cuadras. La policía recuperó el botín —que, repito, era una manguera— como si se tratara del oro de Fort Knox.
Lo más curioso es que el mismo post oficialista reconoce que este tipo de robos, donde la gente se lanza sobre cualquier carro de transporte como si nada, se está volviendo común en la capital. Lo que antes parecía una locura hoy es parte del paisaje urbano.
Y aunque las autoridades aseguran que este hombre “sentirá todo el peso de la ley”, lo que realmente pesa es la miseria que lleva a muchos cubanos a arriesgarlo todo por una manguera, un tanque de agua o cualquier cosa que se pueda vender o cambiar por comida.
Esto no es un caso aislado. En las últimas semanas, La Habana ha sido testigo de robos absurdos y escenas surrealistas. Como aquel joven apodado el “Spiderman cubano” que quedó colgando desde un edificio tras escalarlo sin protección, o los dos que intentaron llevarse un tanque de agua a plena luz del día.
Ni el aeropuerto se salva. Viajeros han denunciado robos de documentos en pleno José Martí, un lugar que supuestamente debería ser seguro. Pero mientras todo esto pasa, en redes oficiales todavía hay quienes insisten en que Cuba es un paraíso de “tranquilidad ciudadana”. ¿Será que viven en otra dimensión?
Lo cierto es que la desconexión entre el discurso del gobierno y la realidad del pueblo es cada vez más grotesca. Y este tipo de noticias solo confirma lo que todos sabemos: la crisis en Cuba ya no es silenciosa, ahora se grita desde los techos… o desde los camiones en marcha.
