Israel Rojas, del dúo Buena Fe, no se mordió la lengua para criticar las mañas comunicativas que se escondieron detrás del último anuncio de ETECSA, donde el monopolio estatal decidió darle otro empujón a la dolarización de sus servicios de Internet móvil.
En un breve pero contundente post en Facebook, el músico soltó que el “tarifazo” de ETECSA está plagado de todos los vicios que arrastra la comunicación política en Cuba hoy día. Aunque no arremetió de frente contra la medida en sí, dejó claro que “las razones técnicas y objetivas” que la justifican parecen más bien “inciertas, injustas y erráticas”.
Este desahogo de Rojas no pasó por debajo del radar. Varios seguidores del oficialismo comentaron sus palabras, dejando ver que la decisión de ETECSA ha levantado ampollas hasta entre los que siempre han defendido el sistema.
El periodista Fernando Ravsberg, por ejemplo, no se anduvo con rodeos: “Ni los especialistas en manipulación psicológica de la CIA serían capaces de provocar el ánimo que generó ETECSA con la forma en que comunicó la noticia”, soltó con ironía.
La indignación se siente en la calle y también en las redes. La usuaria Nolan Fuentes estalló: “Es inaudito, el contrato del servicio telefónico dice que los cambios deben avisarse con 30 días de antelación, pero a ETECSA le importa tres pepinos. Solo quieren los dólares que entran de las recargas del exterior y que no se sabe dónde van a parar”.
Hasta el fotógrafo oficialista Iván Soca confesó que hace 25 años le escribió a Fidel advirtiendo que ETECSA era el verdadero enemigo, porque las comunicaciones son la independencia de un país. “Si llegó a leerla, seguro pensó que yo estaba confundido”, agregó.
El viernes, ETECSA soltó un paquetico de medidas que limita las recargas en pesos cubanos a 360 CUP mensuales y pone en bandeja de plata los paquetes de datos en dólares. El anuncio cayó como un cubo de agua fría, generando un revuelo sin precedentes en las redes, donde hasta en Cubadebate —bastión del oficialismo— la gente se desahogó sin pelos en la lengua.
Los comentarios, más de 1,300 en solo unas horas, se llenaron de rabia y frustración. La gente está clara: esto no es solo un simple ajuste de tarifas, es la confirmación de que el peso cubano sigue perdiendo terreno y que el dólar es el que manda.
Como lo soltó un lector con ironía amarga: “Vamos a ser serios. Esto no es una oferta, esto es un robo a mano armada. Otro golpe para los que ya tienen poco”.
Así que ya ves, la gente no está comprando el cuento de “mejoras técnicas” y sigue con la vista puesta en cómo la dolarización se va metiendo hasta en el bolsillo del móvil. ¡Y aquí seguimos, viendo cómo se mueve el avispero!
