El mercado informal de divisas en Cuba se volvió a agitar este sábado, cuando el dólar pegó un brinco inesperado, justo después de que ETECSA anunciara nuevas restricciones a las recargas móviles en pesos cubanos y le diera más cancha a los servicios en dólares.
El billete verde, que llevaba varios días anclado en los 370 CUP, amaneció este 31 de mayo en los 372 CUP, según el promedio que publicó elTOQUE. Aunque el aumento parece poca cosa, apenas tres pesos, la tendencia viene arrastrándose desde el día anterior, cuando las transacciones medianas alcanzaron los 375 CUP.
El euro, por su parte, sigue plantado en 395 CUP, sin moverse ni un centavo en comparación con las jornadas anteriores, pese a que el viernes llegó a rozar los 400 CUP en algunas operaciones. La Moneda Libremente Convertible (MLC), tras un salto inesperado de cinco pesos el viernes, quedó en 265 CUP y ahí se mantiene.
Todo este sacudón en las tasas de cambio viene de la mano con la noticia de que ETECSA limitará a 360 CUP mensuales las recargas en moneda nacional al saldo principal de las líneas móviles. La decisión ha puesto a medio país con los pelos de punta, pues afecta a millones de cubanos que dependen de estos servicios.
Pero la cosa no para ahí. Ahora, varios de los planes de datos móviles y los famosos combos solo se podrán pagar en dólares, ya sea usando tarjetas internacionales o el monedero digital MiTransfer. Esto ha encendido la alarma entre la gente, que siente cómo el peso cubano pierde espacio en servicios básicos, mientras la dolarización sigue avanzando a paso de conga.
El resultado: la demanda de dólares en el mercado informal ha cogido fuerza, impulsada por el coraje y la necesidad de no quedarse desconectado del mundo. En las redes sociales ya corren llamados a boicotear a la empresa estatal, mientras la gente busca la forma de estirar el peso cada vez más devaluado.
Lo que está claro es que la tasa de cambio, como ya ha pasado antes con los anuncios de bancarización y otros ajustes fiscales, es muy sensible a las decisiones políticas y económicas. Con este nuevo golpe, ETECSA ha vuelto a agitar las aguas de un mercado que ya era de por sí volátil y lleno de especulaciones.