La cosa está que arde. Mientras el pueblo cubano intenta sobrevivir con lo poco que tiene, ETECSA aprieta más la soga con nuevas medidas que huelen a abuso. Entre ellas, una en especial ha puesto a medio mundo de cabeza: el límite de 360 CUP al mes para recargas desde Transfermóvil, lo que deja a los cubanos de a pie más desconectados que una radio sin batería.
Pero como siempre, el cubano le pone sabor hasta a lo amargo, y un joven llamado Alex Umur se ha hecho viral en redes con un video donde desmenuza, con ironía y calle, esta nueva jugada de la empresa estatal.
“Antes tú te recargabas lo que te daba la gana y cuando te daba la gana… ahora no. Solo una vez al mes y hasta 360 pesos. Esa es mala”, dice Umur, tirando una carcajada amarga que muchos comparten.
En su video, deja claro que la nueva regla beneficia solo a los que tienen familia fuera del país. Porque si no te mandan una recarga del “más allá”, como él le llama, te toca buscar a alguien que sí la reciba para comprarle saldo… al precio que decida. “Ahora hay que ver a cuánto va a vender el saldo Juancito”, bromea, dejando al descubierto el nuevo negocio paralelo que se avecina con las recargas vendidas como si fueran maní en el Malecón.
Y mientras Juancito y compañía se preparan para el «pingueo», los cubanos que viven del salario nacional están quedando fuera del juego digital, donde hasta mandar un mensaje se convierte en lujo.
“Los únicos jodidos vamos a ser los que no tenemos un pariente en el más allá”, suelta Umur en su monólogo, resumiendo con crudeza el nuevo “apartheid digital” que se impone desde arriba.
Dignidad en la era del jineterismo de megas
Y aunque parezca que no hay escapatoria, la respuesta no se ha hecho esperar desde las redes y hasta desde las aulas. El abogado Manuel Viera lo dejó clarito en su perfil: “Quiero que ETECSA se muera de hambre, aunque yo más nunca use un celular”. Así, sin medias tintas.
Jorge de Mello, crítico de arte, también tiró la toalla: anunció que abandona las redes porque no puede costear los precios. En sus palabras, ETECSA no es más que una jineterita digital que se vende al mejor postor… en dólares.
Desde el exilio, la activista Saily González lanzó un llamado a parar en seco todas las recargas hacia Cuba. Según ella, si hoy no se hace nada, mañana nos van a cobrar hasta el aire en MLC, y no le falta razón.
¿La conexión? Solo para quien la pague bien.
Lo más escandaloso de todo es que los paquetes en moneda dura (MLC) cuestan lo que a muchos les tomaría meses de trabajo, mientras que los paquetes en pesos cubanos subieron como un cohete sin freno. Pagar más de 3 mil pesos por 3 GB es como pedirle a alguien que sobreviva comiendo oro.
La FEU rompe el molde: los estudiantes dicen “basta”
Y aquí vino lo inesperado. La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) se plantó, y lo hizo con nombre y apellido. Estudiantes de varias facultades de la Universidad de La Habana y del ISRI publicaron un comunicado que ha corrido como pólvora por las redes.
En su declaración, dejan claro que el encarecimiento de los datos no solo es injusto, sino que afecta directamente sus estudios, su formación y su futuro. Denuncian que estas medidas solo profundizan las brechas entre quienes tienen acceso al dólar y quienes viven en CUP, o sea, la gran mayoría.
“El acceso a Internet no puede seguir siendo un privilegio de quienes reciben remesas”, exigen, con una claridad que ya muchos quisiéramos ver en las instituciones oficiales.
Así, la juventud cubana —esa que creció conectada, despierta y con voz propia— le dice al poder que no aceptará más silencios ni excusas. Porque, aunque intenten vestir de justificaciones lo que no es más que una estrategia de recaudación a costa del pueblo, el cubano no es bobo, y mucho menos está mudo.
