Un apagón en medio del concierto de Yomil en Santiago de Cuba ha puesto en evidencia una vez más la fragilidad del sistema eléctrico cubano, revelando el impacto directo de la crisis energética sobre la vida cultural de la isla. Lo que debía ser una noche de fiesta y reguetón, se convirtió en un recordatorio de la precaria situación que enfrentan los cubanos, incluso en los momentos de ocio.
⚡ El Apagón que Paró el Show de Yomil
El incidente ocurrió durante una de las presentaciones de Yomil, un reguetonero querido especialmente por la juventud cubana. En medio de su actuación, el sistema eléctrico falló y apagó todo el evento, dejando a los asistentes desconcertados. El momento quedó registrado en un video viral compartido por el comunicador independiente Yosmany Mayeta Labrada, que mostró cómo la interrupción de electricidad dejó a todos a oscuras, literalmente, en pleno concierto.
🎶 No Es el Primer Apagón de la Temporada
Este apagón no es un hecho aislado en Cuba. Otros conciertos importantes también se han visto afectados por los cortes de luz. Desde Ivette Cepeda hasta Frank Delgado y la Orquesta Aragón, varios artistas han sufrido interrupciones similares en diversas partes del país. Incluso grupos como el Septeto Santiaguero se han visto obligados a cancelar sus conciertos debido a la inestabilidad eléctrica. Es un recordatorio de la constante batalla de los cubanos para poder disfrutar de lo más básico, como la música en vivo, mientras la infraestructura del país sigue siendo vulnerable.
🤔 ¿Qué Hay Detrás del Concierto de Yomil?
Lo que hace particular este incidente es que Yomil tiene una relación ambigua con el régimen cubano. Aunque no se ha definido públicamente como opositor, su presencia en espacios promovidos por la oficialidad cultural cubana ha levantado mucha polémica. Artistas como él, junto con figuras como Yulien Oviedo, han participado en encuentros organizados por entidades del gobierno para discutir el papel del reguetón y otros géneros urbanos. Esto sugiere que el régimen intenta aprovecharse de la popularidad de estos artistas para conectar con la juventud y lavar su imagen en un contexto de creciente descontento social.
🎤 De la Censura al Elogio: La Paradoja del Reguetón
Es interesante notar cómo el reguetón, que durante años fue considerado «vulgar» y «ajeno a la identidad nacional» por las autoridades cubanas, ahora es elogio y se convierte en un vehículo para la propaganda oficial. Medios y representantes del régimen, incluyendo a Lis Cuesta, la esposa de Miguel Díaz-Canel, han comenzado a hablar de la necesidad de «apropiarse culturalmente» del reguetón y los géneros urbanos. Esta es una clara estrategia de cambio, ahora que la música urbana ha alcanzado niveles de popularidad imprevistos, especialmente entre los más jóvenes.
💡 La Realidad de los Apagones: Un Límite a la Cultura
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del gobierno por asociar a los artistas con su propaganda, la realidad es mucho más dura. Los apagones, que han sido una constante durante la peor crisis energética que Cuba ha vivido desde los años noventa, siguen afectando tanto a hogares como a espacios culturales y de entretenimiento. La falta de electricidad limita el acceso de los cubanos a sus formas de distracción más sencillas, como los conciertos y eventos públicos.
🌍 El Ocio, un Lujo Raro en Cuba
Para muchos cubanos, ir a un concierto es una de las pocas formas de escape que tienen, un respiro en medio de las dificultades cotidianas. Pero, con el sistema eléctrico fallando, estas salidas se ven frustradas. Es triste pensar que la cultura y el ocio se ven opacados por un problema tan básico como la electricidad. Mientras el gobierno intenta utilizar el reguetón y a artistas como Yomil para conectar con la juventud, la crisis energética es un recordatorio de que, por mucho que la música suene, la infraestructura del país sigue siendo una fragilidad estructural que no se puede ocultar.
🚨 Conclusión: Cuando la Música No Es Suficiente
Así, mientras Yomil y otros artistas continúan su papel en la estrategia de propaganda cultural, los apagones siguen siendo una muestra clara de la profunda crisis estructural que enfrenta Cuba. La música puede llenar estadios y corazones, pero no puede resolver los problemas de fondo de un sistema que sigue siendo incapaz de garantizar lo más básico: electricidad. Y mientras los cubanos siguen luchando por acceder a lo que debería ser un derecho, como un buen show o una noche de reguetón, la realidad del país sigue siendo una lucha constante contra las sombras.
