Después de armar ruido en redes con una postura inicial que parecía ir en contra del famoso tarifazo de ETECSA, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) cambió el tono este domingo. Según contaron en un comunicado publicado en su página de Facebook, la organización participó en una reunión con la cúpula de la empresa de telecomunicaciones, junto a representantes del Partido Comunista, la UJC, ministerios varios y hasta la FEEM. Casi nada.
Lo que vino después fue una declaración que sonó más a apaciguamiento que a firmeza. «Diálogo aportador y con soluciones importantes», dijeron que se logró. Pero más allá de esa frase genérica, no ofrecieron detalles concretos sobre qué propuestas salieron del famoso encuentro. Eso sí, aprovecharon para arremeter contra los de siempre: «los enemigos», acusándolos de manipular y sembrar “fake news” para empañar el debate surgido entre los estudiantes.
“Nuestros espacios de diálogo han sido tergiversados por quienes quieren dañar la Revolución”, soltó la FEU, que aseguró que su papel sigue siendo legítimo y que su voz está “consagrada por la historia”. En otras palabras, que ellos sí están hablando con los de arriba… y que eso basta.
Pero la gente no se tragó el cuento tan fácil.
En redes, la reacción fue mayoritariamente de rechazo. Muchos jóvenes cuestionaron la verdadera independencia de la FEU, y no pocos la llamaron “una marioneta más del Partido”. El activista Jorge Mag Castro no se anduvo con rodeos: «Nunca nos engañaron, estas organizaciones no representan a los estudiantes. Hay que seguir presionando», publicó en X.
En Facebook, la lluvia de comentarios críticos no se hizo esperar. Varias personas mencionaron nombres como Mella o Julio Antonio Echeverría para recordarle a la FEU su historia rebelde y combativa, muy distinta a lo que hoy se ve. “La voz del universitario es por Cuba entera, no solo por una matrícula de aula”, escribió uno. Otro fue más directo: «La FEU nacional protege sus prebendas. No representan al pueblo.»
Hubo también quien rechazó el concepto de “migajas” disfrazadas de soluciones. “No quiero que me regalen nada. Quiero poder pagar mis datos como siempre lo hice. Pero no me voy a conformar con limosnas y menos voy a dar las gracias por eso”, escribió alguien molesto.
Y por supuesto, no faltó quien señalara que el acceso a internet no es un problema exclusivo de los estudiantes. “¿Y el resto del país qué? ¿Y los médicos, los trabajadores, los jubilados que no tienen cómo pagar una recarga?”, cuestionaron varios usuarios. El descontento ya no cabe en una facultad: abarca toda la isla.
El comunicado de la FEU, lejos de calmar las aguas, avivó un fuego que ya estaba encendido. La mayoría lo vio como un intento de apagar protestas más genuinas, esas que nacen en los pasillos de las universidades y no en las reuniones oficiales. “Esto es puro teatro, y todos sabemos a quién responden”, soltó un internauta, bastante indignado.
Para muchos, el problema va más allá del tarifazo. Hay una sensación de hartazgo, de que nadie escucha realmente al pueblo, de que las decisiones se toman en oficinas cerradas mientras la mayoría se queda fuera del juego.
Aunque una minoría defendió el diálogo, la mayoría fue clara: hace falta representación real, transparencia, y soluciones para todos, no solo para unos cuantos. Un usuario lo dijo bien claro: “La FEU ya no representa a los estudiantes. Representa a los que mandan.”
En medio del torbellino, Díaz-Canel anunció que hablará del tema en su podcast “Desde la presidencia”, mientras la presidenta ejecutiva de ETECSA, Tania Velázquez, tiene previsto aparecer este lunes en la Mesa Redonda, a ver si logra contener el malestar creciente.
Porque desde que ETECSA decidió limitar el uso del saldo en moneda nacional para favorecer el pago en divisas, las críticas no han parado. La indignación es general. La conexión se paga cara, y la paciencia se agota rápido.
