En otro episodio que parece sacado de una serie de ciencia ficción tropical, el monopolio estatal de las telecomunicaciones en Cuba, ETECSA, decidió subirle sin pena ni gloria el precio al acceso a internet, dejando a media isla fuera del mundo digital. Pero lo más curioso es que, al día siguiente, su presidenta ejecutiva, Tania Velázquez Rodríguez, apareció en televisión con cara de “yo no fui”, diciendo que están “muy sensibilizados” con quienes han quedado desconectados.
Según Velázquez, están trabajando en alternativas para estudiantes, médicos, profesores y otros sectores profesionales. Pero ni fechas, ni detalles, ni una pista concreta sobre cómo piensan lograr eso.
En una entrevista con el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, la directiva trató de justificar el sablazo tarifario con frases como “sostener el servicio” o “buscar comprensión”, como si con buenas intenciones se pudiera navegar por internet. Dijo que desde hace semanas conversan con el Ministerio de Educación Superior para ver si logran armar algo más decente en términos de conectividad para el estudiantado.
Entre las ideas que soltó están algunas iniciativas que suenan bonitas en papel: repositorios de datos alojados en servidores dentro del país, plataformas como CUBEDUCA (que, según ella, es gratis y útil), y otras opciones para no depender tanto del acceso internacional. Pero enseguida reconoció que CUBEDUCA casi nadie lo usa y que ni lo han promocionado bien, así que el supuesto “acceso gratuito” no está resolviendo gran cosa.
“Sabemos que los estudiantes necesitan más conectividad”, dijo Velázquez con tono resignado, pero aclaró que las soluciones vendrán “cuando se puedan concretar”, según cómo anden los recursos y la tecnología en el país. En buen cubano: espera sentado.
Con respecto a los médicos y otros trabajadores esenciales, también admitió que merecen una mejor conexión. Pero, otra vez, ni una sola propuesta concreta salió al aire, solo palabras y más palabras. Habló de aprovechar infraestructuras existentes, de sistemas de almacenamiento y de “descargas locales”, pero la realidad es que en las universidades y hospitales la conexión sigue siendo un lujo.
Velázquez prometió que ampliarán información en la próxima Mesa Redonda, aunque no soltó ni una fecha ni un plan de implementación. Mientras tanto, el aumento ya está afectando a miles de estudiantes, profesores, investigadores y trabajadores de la salud, que dependen del internet no para chatear, sino para trabajar y sobrevivir.
ETECSA, que sigue siendo el único proveedor legal en la Isla, ya acumula bastante historia con sus precios por las nubes, servicios mediocres y cero transparencia. Y este nuevo golpe a la conectividad no ha hecho más que echarle leña al fuego.
En la misma entrevista donde decía estar preocupada por los más vulnerables, Velázquez intentó explicar el tarifazo. Aseguró que el aumento era “necesario para mantener la infraestructura”, pero también reconoció que no consultaron a nadie antes de implementarlo. Así, de pronto, como quien cambia el precio del pan.
Además, admitió que nunca se tuvo en cuenta la desigualdad económica entre los cubanos, dejando a los que menos tienen con dos opciones: o se desconectan del todo, o buscan alternativas por fuera, a precios que también están por las nubes.
Para rematar, reconoció que la comunicación institucional de ETECSA ha sido un desastre. Dijo que están “mejorando los canales de retroalimentación”, pero no enseñó ni una sola herramienta nueva, ni plazos, ni un plan concreto. O sea, más promesas en el aire.
