El occidente de Cuba, especialmente La Habana, Artemisa y toda la costa norte, se prepara para una noche complicada. Las condiciones del tiempo se han puesto tensas, y lo que se espera no es cualquier chaparrón: hablamos de un posible sistema convectivo de mesoescala, que según los modelos del GFS, podría soltar tremendo aguacero en muy poco tiempo.
Este tipo de fenómeno meteorológico no es juego. Aunque el modelo no lo pinte tan dramático a simple vista, estos sistemas pueden descargar lluvias intensas de forma repentina, generando inundaciones súbitas que pillan desprevenidos hasta a los más precavidos.
El mayor peligro está en las zonas bajas, donde el drenaje es un problema crónico. Si vives en un área así o necesitas moverte por calles que tienden a inundarse, lo mejor es quedarte tranquilito en casa y no arriesgarte. También hay riesgo para quienes transitan en carro: una corriente fuerte puede convertir la calle en una trampa en segundos.
Las autoridades meteorológicas no han encendido la alarma por gusto. Es una noche donde hay que actuar con sentido común: si empieza a llover con fuerza, nada de cruzar calles anegadas ni salir a curiosear.
Como dicen los abuelos: cuando el cielo se pone bravo, hay que respetarlo. Esta vez el tiempo amenaza con ponerse feo de verdad, así que la consigna es cuidarse y estar atentos a los avisos oficiales.