Después de la tormenta de críticas que desató el brutal aumento de precios de ETECSA, el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, salió este lunes a decir que algo se va a hacer. Eso sí, sin decir mucho.
A través de un hilo en su cuenta oficial en X (antes Twitter), Marrero aseguró que se harán ajustes a las nuevas tarifas con el objetivo de suavizar el golpe, sobre todo para los estudiantes. Según él, el Gobierno anda escuchando al pueblo y buscando salidas, porque “atender las demandas populares siempre ha sido una práctica revolucionaria”.
Pero más allá del discurso reciclado, no soltó ningún detalle concreto. Solo adelantó que en la Mesa Redonda darían más información, sin aclarar ni cómo ni cuándo aplicarían esos “ajustes”. En buen cubano: nos dejaron en las mismas.
La movida llega justo después del fin de semana en que el pueblo explotó en redes. El tarifazo de ETECSA, anunciado el pasado 30 de mayo, limitó las recargas en pesos cubanos a 360 CUP mensuales y le dio más peso a los paquetes en dólares, que casi nadie puede pagar. La medida cayó tan mal que hasta en Cubadebate, ese bastión oficialista, la gente se despachó sin pelos en la lengua.
Y no es para menos. Con los nuevos precios, un paquete de 15 GB cuesta 11,760 CUP, o sea, más de cinco veces el salario mínimo, que está en 2,100 CUP. Mientras tanto, un paquete de 4 GB en dólares cuesta 10 USD, accesible solo para quienes tienen tarjetas internacionales o saldo en Monedero MiTransfer. En resumen: si no tienes familia en el extranjero, olvídate del internet.
El propio presidente Díaz-Canel apareció en X el domingo con otro hilo, tratando de calmar las aguas. Dijo que estaban al tanto del malestar y que se habían pensado soluciones para los sectores más afectados. Pero su mensaje fue visto como demasiado tarde, demasiado flojo y sin contenido real.
El verdadero giro del asunto vino cuando gente cercana al oficialismo también alzó la voz. Organizaciones como la FEU y la Asociación Hermanos Saíz, así como figuras históricamente alineadas con el gobierno, comenzaron a mostrar su inconformidad con la medida.
Vale recordar que fue el propio Marrero quien en diciembre de 2024, frente a la Asamblea Nacional, explicó que el gobierno necesitaba captar más divisas para enfrentar la crisis económica. Dijo que los paquetes en moneda nacional se habían vuelto tan populares que los de divisa se quedaron sin clientela, y que por eso decidieron rediseñar la estrategia: “El que quiera gastar más, tendrá que pagar otro precio”, soltó sin anestesia. Y claro, la respuesta en redes fue un rechazo masivo.
Además del cambio en las tarifas, el gobierno también lanzó nuevas ideas: paquetes exclusivos en divisas, cobros en dólares por el servicio de roaming, y una lista de “servicios adicionales” que aún nadie sabe cuáles son, ni cuánto costarán, ni cuándo estarán disponibles.