En la más reciente Mesa Redonda, el gobierno cubano lanzó una advertencia que dejó a muchos con la boca abierta y el Wi-Fi temblando: o aceptas los nuevos precios de ETECSA, o te quedas sin conexión. Así, sin anestesia. Lo que parecía una medida temporal para “ajustar” el servicio se ha convertido en una especie de chantaje digital, donde la única opción que te dan es pasar por el aro… o quedar incomunicado.
Ernesto Rodríguez, ministro interino de Comunicaciones, fue bien claro: «Teníamos que decidirnos. Era una medida dura, sí, pero necesaria. Mejor eso que sentarnos a esperar que todo se venga abajo». Y con eso justificó el nuevo golpe al bolsillo de millones de cubanos que dependen de Internet no solo para entretenerse, sino también para trabajar, estudiar, o simplemente mantenerse conectados con el mundo.
La caída de las llamadas internacionales y el negocio en picada
Rodríguez explicó que las telecomunicaciones en Cuba ya no dan lo que daban, sobre todo desde que el auge del Internet vino a destronar las llamadas internacionales, que eran durante años la joya de la corona en ingresos en divisas para ETECSA. Ahora, con los flujos económicos medio secos, la empresa se agarra de lo que puede para sobrevivir.
Y aunque no lo digan tan abiertamente, la sensación general es que el pueblo está pagando el precio por una mala gestión acumulada. «ETECSA no es solo una empresa estatal socialista, es del pueblo», soltó Rodríguez con aire solemne, como si eso bastara para justificar que los precios suban mientras la calidad del servicio se queda igual o peor.
Nuevos planes, misma bronca
Por su parte, Tania Velázquez, presidenta de ETECSA, trató de ponerle un poco de azúcar al café amargo. Anunció que se lanzará un nuevo plan intermedio más barato que el de 3360 pesos, y que ahora la vigencia de los paquetes se extenderá a 35 días. También se mantiene la posibilidad de acumular los datos si recargas antes que caduque el plan.
Además, dijo que unos 60 mil estudiantes universitarios podrán comprar un segundo plan de 6 GB por solo 360 pesos, algo que muchos ven como un parche más que una solución real. Se están valorando opciones similares para científicos y profesionales, pero sin fechas ni detalles concretos.
El fraude en las recargas: el otro frente de batalla
Otra justificación que soltaron en la Mesa Redonda fue que todo este movimiento también busca frenar el fraude con las recargas internacionales, ese negocio que para muchos cubanos en el exterior es la única manera de ayudar a sus familiares en la isla.
“Hemos visto que las cosas comienzan a normalizarse, modestamente, pero se ve el cambio”, comentó Velázquez, refiriéndose al comportamiento de los usuarios en estos primeros días con las nuevas reglas del juego.
Pero la gente no está muy convencida. En redes sociales abundan las críticas, los memes, y los reclamos de que Internet en Cuba no puede seguir siendo un lujo, ni mucho menos un castigo.
¿Conectados o desconectados?
Al final, el mensaje es claro: si quieres seguir conectado, tienes que pagar el precio, por alto que sea. Y si no puedes, pues ya tú sabes… apágate y vamos. Porque mientras ETECSA insiste en que estas decisiones buscan la “recuperación del sistema”, el cubano de a pie sigue tratando de estirar cada mega como si fuera oro.