El actor cubano Alejandro Cuervo volvió a hacer maletas, pero esta vez no lo hizo solo. Junto a su esposa e hijos, emprendió un nuevo viaje fuera de Cuba y, como ya es costumbre, lo compartió con sus seguidores desde las redes sociales. Sentado en su asiento del avión, con los pasaportes en mano y la sonrisa bien puesta, Cuervo dejó una imagen familiar que, más que bonita, vino cargada de mensaje.
“La familia Cuervo se despide, pero no para siempre… nos volveremos a ver pronto”, escribió en Instagram, dejando claro que no se trata de un adiós definitivo, aunque muchos lo interpretaron como algo más que unas simples vacaciones.
Pero lo que más ruido hizo no fue la despedida, sino el reclamo que le lanzó a la estatal ETECSA, con un tono respetuoso pero bien claro: “Nos despedimos de ETECSA deseando que escuche a todos sus usuarios, incluidos nosotros”, soltó, preocupado por cómo los nuevos precios están afectando la comunicación entre los cubanos, sobre todo los más viejitos que dependen de internet para ver a sus nietos a través de una pantalla.
Con esa sinceridad que lo caracteriza, Alejandro dejó saber lo frustrante que puede ser el panorama actual: “Imaginen esto: la UNE pasando trabajo, los móviles sin carga y sin datos… así no hay salud mental que aguante”. Y es que para muchas familias en Cuba, conectarse es la única forma de achicar distancias.
Cuervo cerró su mensaje con un último llamado a la reflexión, uno que seguramente muchos comparten: “Ojalá escuchen, y lo digo desde el respeto que me enseñaron”.
Las imágenes que acompañaron el post muestran a la familia feliz y sonriente, listos para su destino —que, según se rumora, podría ser Madrid—, sosteniendo sus pasaportes cubanos y los boletos de abordaje como símbolo de una nueva etapa.
Aunque el actor no ha confirmado si esta salida será definitiva, lo cierto es que esta vez se va acompañado de toda su tropa. Y eso, en un país como Cuba, donde emigrar en familia es cada vez más común, dice mucho sin decirlo todo.
Por ahora, Cuervo se despide del calor de La Habana, pero no sin antes dejar una queja pública bien puesta, en nombre de los que siguen dentro, intentando mantenerse conectados a pesar de las tarifas que cada día se alejan más del bolsillo.