Una cubana que regresaba desde Guyana terminó metida en tremendo lío al ser sorprendida en el Aeropuerto Internacional José Martí con cocaína camuflada entre cajas de electrodomésticos. El caso salió a la luz gracias al programa Alto Frontera, del canal de YouTube de History Latinoamérica, que documenta en tiempo real los operativos antidrogas en aeropuertos y fronteras del continente.
Todo parecía normal… hasta que el peso no cuadraba
La escena ocurrió en la Terminal 3, una de las más movidas del país, por donde pasan miles de pasajeros todos los días. Según narraron los oficiales que participaron en la operación, el exceso de bultos que traía la mujer fue lo primero que encendió las alarmas.
Al pasar el equipaje por los rayos X, los técnicos notaron que dos cajas —que se suponía llevaban electrodomésticos— mostraban cosas raras. A simple vista, nada fuera de lo común dentro de los aparatos. Pero algo no cuadraba: las cajas estaban demasiado pesadas y con bordes sospechosamente abultados.
Fue entonces que decidieron abrirlas a fondo. Lo que encontraron dejó a todos con la boca abierta: entre los cartones venía escondida una sustancia blanca, cuidadosamente sellada en compartimentos improvisados. Un test rápido confirmó lo que todos ya imaginaban: clorhidrato de cocaína.
“Yo no sabía nada de eso”
Ante los oficiales, la mujer se mostró visiblemente alterada. Alegó que no tenía idea de lo que llevaba y que alguien le había pedido que transportara esos paquetes. “Hace tres años que no venía a Cuba”, soltó, tratando de quitarse el problema de encima.
Pero, como bien le recordaron las autoridades, en Cuba el desconocimiento no te libra del castigo. Según las leyes vigentes, cada pasajero es responsable absoluto de lo que carga, sin importar si lo empacó o no. Así que, mientras la investigación pasa a manos del órgano nacional antidrogas, la ciudadana quedó detenida formalmente y será procesada por tráfico internacional de estupefacientes, delito que puede costarle más de 15 años tras las rejas.
Las mulas “a ciegas”, un fenómeno en crecimiento
Este caso no es el único ni el primero. Desde hace tiempo, las autoridades cubanas vienen advirtiendo sobre el aumento de las llamadas “mulas a ciegas”, personas que aceptan transportar paquetes sin saber lo que hay dentro, muchas veces a cambio de unos pesos o favores.
En declaraciones recientes, Isnavis Chacón, jefa de la Aduana en el aeropuerto de La Habana, advirtió que ya es común ver pasajeros a quienes “las agencias les empacan el equipaje, les pagan por el servicio y ellos ni revisan lo que llevan”.
Chacón dejó bien claro que el desconocimiento no es excusa, y que cada viajero debe estar consciente de que cargar algo ilícito —aunque sea sin querer— puede costarle la libertad.