El presentador cubano Alex Otaola volvió a prender fuego a las redes desde su programa Hola! Ota-Ola, al soltar una crítica bien cargada contra el Gobierno cubano, esta vez por lo que él ve como una total contradicción entre el discurso oficial y lo que realmente se vive en las calles.
Todo estalló cuando Otaola mostró imágenes de una nueva tienda de lujo en La Habana llamada To’ Es Orisha, donde se venden relojes, perfumes y artículos de marca como Versace y Christian Dior, cosas que, como bien dijo él, “no están ni de juego al alcance del cubano de a pie”.
“¿Dónde está el bloqueo?”, lanzó el influencer en tono desafiante, mientras enfocaba las vitrinas del comercio repletas de artículos traídos desde el extranjero. La pregunta quedó colgando como una bofetada directa al discurso del régimen, que por años ha culpado al embargo de todos los males que arrastra el país.
Según Otaola, la escasez no se debe al bloqueo, sino al sistema. Asegura que el verdadero obstáculo que tiene Cuba encima es “ese modelo comunista que no ha funcionado en más de seis décadas”. Para él, resulta un descaro que mientras se habla de crisis y limitaciones, florezcan negocios donde lo que abunda es la pacotilla de lujo.
Con tono sarcástico y sin pelos en la lengua, el conductor bromeó sobre lo que se exhibe en la tienda. “No vi ningún perfume Alicia Alonso. Vi Versace, Dior… Todo eso viene de aquí, de Miami, de los que mandan cosas desde acá. Esa tienda parece más una sala de una casa en Hialeah que un local en La Habana”, dijo entre risas. Y no se quedó ahí: “Mira esas carteras, son de Ross. Son las que se roban de Ross”, soltó, en clara referencia al origen dudoso de algunos productos que circulan en el mercado cubano.
Pero lo más duro llegó cuando comparó estos lujos con la falta de insumos médicos en el país. “¿Cómo es posible que sí entren estos perfumes, relojes y carteras, pero no entren vacunas para los niños ni curitas para los hospitales?”, cuestionó. Según él, el problema no es que no se pueda importar, sino que no se quiere invertir en lo verdaderamente importante. “¿Por qué no hay medicina? Porque no tienen dinero. ¿Y por qué no tienen dinero? Porque no producen nada”, sentenció sin titubear.
Una vez más, Otaola dejó claro que su crítica no es solo al embargo, sino a lo que considera una maquinaria de contradicciones y discursos vacíos. Para él, el Gobierno habla de “bloqueo” mientras permite —o incluso facilita— el funcionamiento de negocios privados que venden artículos de lujo traídos del mismo país al que acusan de asfixiarlos.
