La cosa está que arde en la CUJAE. La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de esa universidad salieron este 3 de junio con un pronunciamiento de los que no se ven todos los días, dejando claro que no están para cuentos ni paños tibios con las nuevas medidas de ETECSA.
Tras el anuncio de que solo se podrá recargar hasta 360 CUP al mes por línea, los estudiantes se han levantado con fuerza para decir que la “solución” ofrecida no solo es insuficiente, sino que se queda corta y suena a parche mal puesto.
«No nos convencen con promesas ni con medias tintas», soltaron los voceros estudiantiles, quienes piden alternativas más aterrizadas, inclusivas y —sobre todo— con respeto. Y no se trata solo de gigas, sino de dignidad.
¿Conectividad para quién?
Los universitarios están que trinan. Alegan que la explicación de ETECSA sobre el famoso “consumo promedio de 6GB” está más floja que merengue en vitrina caliente. Dicen que no hay un mínimo de rigor, ni se explica quién consume cuánto, ni en qué circunstancias.
Además, acusan a la empresa de romper con los principios del socialismo cubano, al beneficiar solo a un grupo reducido —los estudiantes universitarios— mientras deja fuera a docentes, investigadores, médicos y a otros que también sudan la gota gorda por el país.
Y para colmo, la empresa estatal se ha escudado en discursos reciclados, repitiendo una y otra vez lo del bloqueo y la falta de divisas, sin mostrar empatía real con quienes tienen que elegir entre conectarse o comer.
¿No había otra forma?
Desde la CUJAE preguntan, con razón: si de recaudar divisas se trata, ¿por qué no pensaron en bonos, horarios especiales, o promociones que no aplasten a la gente? ¿Era imprescindible meterle la mano en el bolsillo a los mismos de siempre?
Según el pronunciamiento, ETECSA no ha mostrado disposición para el diálogo ni ha reconocido el descontento generalizado, y eso ha encendido aún más la chispa.
Promesas sin peso
El intento de “calmar las aguas” desde la Mesa Redonda, donde la presidenta de ETECSA anunció un segundo paquete de 6GB para estudiantes, no ha convencido a nadie en la CUJAE. Lo ven como un arreglo burocrático que ni resuelve el problema ni lo entiende.
Se quejan también de que no se explica qué pasa si la línea está a nombre del papá, la tía o el vecino. Y más aún, critican que los precios están completamente desconectados de la realidad salarial en Cuba. Comprar un paquete cuesta más de la mitad de lo que gana un cubano promedio en el mes. Así no hay quien avance.
Un llamado claro al respeto
La comunidad universitaria no solo exige cambios técnicos, sino un cambio de actitud. “Las comparecencias han sido arrogantes, poco empáticas, y no han respondido a lo que el pueblo está pidiendo”, advierten.
Reclaman que ningún directivo haya tenido la humildad de dar la cara y reconocer que se pudo hacer mejor. Todo esto, según los estudiantes, solo alimenta el descontento y rompe la confianza.
En vez de gritar, proponen
Aunque han sido firmes en sus críticas, los jóvenes de la CUJAE también han puesto ideas sobre la mesa. Quieren participar en la revisión de las medidas, proponen internet segmentado según uso, bonos académicos nocturnos y más transparencia en los precios y mecanismos de acceso.
Sobre todo, piden que no se deje fuera a otros sectores vulnerables, como los maestros, trabajadores sociales o investigadores que también necesitan internet para echar pa’lante.
La Universidad no se calla
Todo este pronunciamiento se gestó en una reunión bien seria, con la participación de todas las facultades, la FEU, la UJC, el Sindicato, el Partido y hasta autoridades del gobierno. Fue ahí donde se recogieron las inquietudes del estudiantado y se armó este documento que, más que quejarse, busca empujar el carro en la dirección correcta.
«Revolución es cambiar todo lo que debe ser cambiado»
Así cerraron los jóvenes de la CUJAE su declaración, retomando palabras bien conocidas pero cargadas esta vez de intención genuina. Pidieron a ETECSA sentarse a conversar con sinceridad, actuar con humildad y recordar que una Revolución viva escucha, rectifica y no impone desde arriba.
También dejaron claro que no permitirán que se utilice el descontento para generar caos ni manipulación. La paz y la unidad dentro de la Universidad son sagradas, pero eso no significa que se vayan a quedar callados ante lo que consideran un abuso.
Por ahora, la pelota está en la cancha de ETECSA. Y si no se dan por aludidos, en la CUJAE —y probablemente en otras universidades— están más que listos para seguir presionando con voz firme, ideas claras y mucho corazón.
