En medio del lío armado por el brutal aumento de precios en los servicios móviles, ETECSA volvió a asomar la cabeza con otro anuncio que ha dejado más preguntas que respuestas. Esta vez, se trata de una “nueva modalidad” para el servicio Nauta Hogar, esa conexión por ADSL que muchos tienen en casa, pero que pocos pueden pagar tranquilos.
Según Lidia Esther Hidalgo, vicepresidenta comercial de la empresa estatal, “durante el verano vamos a lanzar una opción nueva”, que —según ella— será opcional y más adaptada a los distintos perfiles de consumo. Eso lo soltó este lunes en el programa Mesa Redonda, aunque sin soltar ni una pista clara sobre precios o condiciones.
La gente, como era de esperar, no se tragó el cuento tan fácil. Después del tarifazo reciente que dejó medio país sin datos móviles, ahora muchos dependen aún más del Internet fijo para estudiar, trabajar o simplemente mantenerse conectados con el mundo. Pero el anuncio sin detalles ha hecho saltar las alarmas: ¿viene otro palo?
Promesas vagas en medio del descontento popular
Hidalgo explicó que algunos clientes consumen todas sus horas y otros no, así que quieren sacar una opción “interesante” para los que se quedan cortos o les sobra tiempo. También dijo que los usuarios podrán acumular las horas no gastadas, algo que lleva años pidiéndose y que, curiosamente, ahora aparece justo cuando la presión popular está que arde.
“El que no use todas sus horas, las podrá acumular”, afirmó, como si estuvieran haciendo un gran favor.
Pero la realidad es otra. Las protestas por el alto costo del Internet y la falta de acceso justo y equitativo han ido creciendo en todo el país. Desde estudiantes universitarios hasta trabajadores por cuenta propia, todos coinciden en que el acceso a la red no debería ser un privilegio, sino un derecho básico.
La dependencia de las recargas del exterior no se esconde másEse mismo día, en la misma mesa televisiva, la presidenta ejecutiva de ETECSA, Tania Velázquez Rodríguez, no se anduvo con rodeos y admitió algo que muchos ya sabían, pero que pocos funcionarios se atrevían a decir en voz alta: el negocio de las telecomunicaciones en Cuba depende, casi por completo, del dinero que mandan los emigrados.
Según Velázquez, el 80% de los ingresos internacionales de ETECSA viene de las recargas desde el extranjero, y gracias a eso se mantienen funcionando desde las conexiones en hospitales hasta los centros educativos. O sea, si no fuera por los que están afuera, aquí todo se caería a pedazos.
Un intento de calmar las aguas que no convence a nadie
En un aparente intento por apagar el fuego, el régimen anunció este lunes que los estudiantes universitarios podrán comprar un segundo paquete de 6 GB por 360 pesos, sumando así un total de 12 GB al mes por 720 pesos. Una medida que, en papel, parece alivio, pero que no borra el enojo generalizado.
La respuesta no se hizo esperar. Este martes, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de la CUJAE salieron con un comunicado contundente: rechazan de plano las nuevas disposiciones de ETECSA y exigen soluciones más reales y respetuosas para el pueblo.
El mensaje fue directo, sin medias tintas: no queremos parches, queremos justicia digital. Porque lo que está en juego no es un paquete de datos, sino el derecho a estudiar, trabajar y comunicarse en un país cada vez más dependiente del Internet para todo.
¿Cambio real o más de lo mismo?
Con este panorama, el anuncio de una nueva modalidad de Nauta Hogar suena más a maniobra de distracción que a solución verdadera. Mientras tanto, los cubanos siguen haciendo malabares para mantenerse conectados, en un país donde una videollamada puede costar lo mismo que una semana de comida.
ETECSA, la pelota está en tu cancha. La gente está hablando claro, y no es con consignas: es con reclamos urgentes y reales. Porque sin Internet accesible, no hay futuro para nadie.