El ambiente en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV) se caldeó este miércoles cuando sus estudiantes dijeron “hasta aquí” y se sumaron oficialmente al paro académico que ya venía tomando fuerza en varias universidades cubanas. ¿El motivo? Las nuevas restricciones de ETECSA, que según los jóvenes, están marcando la diferencia entre unos cubanos y otros.
La gota que colmó el vaso fue una medida que huele a exclusión. ETECSA limitó las recargas nacionales, pero al mismo tiempo ofrece paquetes más amplios… claro, en dólares. Para muchos, esto no solo es injusto, es una señal de que el acceso a Internet —herramienta vital para estudiar, investigar o simplemente informarse— sigue siendo un privilegio y no un derecho.
En un comunicado publicado este 4 de junio, los estudiantes de la UCLV lo dejaron clarito: no regresarán a las aulas hasta que se garantice una tarifa social realmente accesible para todos los cubanos. También exigen que los beneficios actuales no se limiten al estudiantado, sino que se extiendan a profesores, investigadores y otros profesionales que dependen del Internet para ganarse los frijoles.
“Esta lucha no tiene color político”, aclaran desde la UCLV, anticipándose a quienes quieren pintar el movimiento con brochazos ideológicos. Aseguran que su única motivación es la justicia social y el derecho de todos los cubanos a estar conectados, sin filtros ni favoritismos.
Pero mientras los estudiantes daban el paso al frente, el rectorado intentaba transmitir una imagen de normalidad en redes sociales. “Hoy es miércoles y el ajetreo estudiantil marca la semana en la UCLV”, escribieron, acompañando el mensaje con fotos de estudiantes ocupados en tareas y exámenes.
Aun así, el comunicado de los alumnos fue firme y directo: se suman al paro académico iniciado por la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, donde también se alzaron las voces contra las decisiones de ETECSA y se pidió diálogo claro, sin rodeos.
La Universidad de La Habana no se quedó callada. Este mismo miércoles publicó un comunicado advirtiendo que no permitirá interrupciones en el proceso docente y reafirmó su apoyo total al Partido Comunista de Cuba. Palabras que suenan más a cerrar filas que a tender puentes.
Por otro lado, la CUJAE, la Universidad Tecnológica de La Habana “José Antonio Echeverría”, también se unió al coro de inconformes. La FEU y el comité de la UJC de esa casa de estudios soltaron un comunicado en el que tildaron de “vagas” las respuestas dadas por ETECSA y pidieron medidas más incluyentes que no dejen a nadie fuera del juego.
En un intento por calmar la cosa, ETECSA anunció que los estudiantes podrán comprar un segundo paquete de 6 GB por 360 pesos cubanos y acceder gratis a más de 40 sitios educativos. Pero ese gesto no ha sido suficiente. La gran espina sigue siendo la prohibición de recargas nacionales, que para muchos es como cortarle el agua a una planta y esperar que florezca.
La movida estudiantil sigue creciendo, con apoyo dentro y fuera de Cuba. Todo indica que esta generación no se va a quedar callada, y que su lucha por un Internet justo y accesible puede ser solo el principio de algo más grande. Porque, como dicen por ahí: cuando la juventud se despierta, no hay quien la pare.