Si pensabas que tener muñecos era cosa de niños… prepárate para conocer a la pequeña que ha llevado el mundo de los peluches a otro nivel. Hablamos de Saisha, la hija del reguetonero Jacob Forever y la influencer La Dura, que a sus pocos años ya presume de una colección de peluches tan exclusiva como adorable.
Sí, no estamos exagerando. Saisha se ha convertido en fan absoluta de los Labubu, unos muñequitos que combinan ternura y diseño con un toque “cool” que los ha hecho virales a nivel mundial. En sus últimas fotos en Instagram, la vemos rodeada de estos personajes en escenarios que parecen sacados de una campaña publicitaria de lujo: desde un Rolls-Royce hasta un restaurante de alta gama.
Con su melena rizada y su carisma natural, Saisha posa con una seguridad que haría envidiar a cualquier influencer adulta. Desde un Labubu blanco tipo Yeti, hasta uno marrón y otro con gafas personalizadas, la niña está viviendo lo que ella misma ha bautizado como su “era de Labubu”.
Y ahora vamos al dato que dejó a muchos con la boca abierta: el precio de estos peluches no es ningún juego. Los modelos grandes que abraza Saisha en sus fotos pueden costar entre $280 y $700 dólares cada uno. Solo esos tres peluches podrían sumar hasta $1,800. Y eso sin contar los otros nueve Labubus medianos que decoran la escena.
Los medianos también tienen su precio: entre $30 y $150 cada uno. Multiplica, suma y sí, la colección fácilmente roza los $3,000 dólares. Un capricho de lujo que no todos los niños pueden darse, pero que sin duda le arranca sonrisas a Saisha… ¡y a sus más de mil seguidores también!
En las publicaciones, La Dura acompaña las fotos con frases como “Mi consentida” o “Mi princesa”, mientras Jacob Forever se derrite en emojis y corazones. La niña, sin duda, no solo es querida, sino también la protagonista de una infancia de película.
Y así, entre cariños, cámaras y coleccionables virales, Saisha crece rodeada de amor… y de Labubus de edición limitada. Porque si vas a tener peluches, que sean los más exclusivos del mercado, ¿no?