En una entrevista reciente con OnCuba News, el trovador cubano Silvio Rodríguez sorprendió al afirmar: «No me considero un enemigo de los Estados Unidos». Esta declaración ha generado debate, ya que Rodríguez ha sido históricamente crítico del imperialismo estadounidense.
Autocrítica y lecciones del pasado
Rodríguez reflexionó sobre errores pasados, como la «Ofensiva Revolucionaria» de 1968, que considera un desacierto económico cuyas consecuencias aún se sienten en la Cuba actual. Reconoció que, en su afán de proteger el proyecto revolucionario, él mismo —como otros— ha entregado el derecho a criticar a los adversarios ideológicos. «Fue un error político por el que estamos pagando caro», sentenció.
Fidelidad a los ideales de Martí
A pesar de sus críticas, Rodríguez reafirmó su fidelidad a los ideales de soberanía defendidos por José Martí. «Preferiría estar muerto y destruido antes que traicionar a ese Martí que lo dio todo para evitar que Estados Unidos se apoderara de Cuba y Puerto Rico», expresó, destacando su compromiso con la independencia nacional.
Reconociendo la humanidad en EE. UU.
El trovador también matizó su postura al reconocer que ha conocido a muchas personas buenas en Estados Unidos que no tienen nada que ver con la política imperial abusiva. Esta distinción muestra su capacidad para separar a las personas de las políticas gubernamentales.
Reflexiones sobre la era digital
Rodríguez expresó su preocupación por la dificultad de acceder a la verdad en un mundo saturado de voces, bulos y manipulación. «Ya lo advertí en ‘Alabanzas'», dijo, «la voz de las antenas reemplazaría a los dioses y entraríamos en un nuevo Medioevo». Esta reflexión subraya su inquietud por la era de la información.
Una etapa más pausada en su blog
En cuanto a su blog, Segunda Cita, Rodríguez explicó que atraviesa una tercera etapa: más pausada, sin foro de debate, en la que solo publica lo que piensa. «Extraño la etapa de los intercambios, pero no puedo más», confesó, indicando un cambio en su enfoque comunicativo.
Visión crítica sobre el presente de Cuba
Finalmente, Rodríguez fue claro en su entrevista al señalar que Cuba es una nación joven aún marcada por formas de dependencia impuestas, deformada por siglos de resistencia, y presionada por una potencia vecina que ha intentado absorberla durante casi dos siglos. Esta visión crítica refleja su preocupación por el futuro del país.