Mientras en Cuba los estudiantes arman candela con sus protestas contra el último “tarifazo” de ETECSA, desde el otro lado del Atlántico llegó un mensaje que ha hecho vibrar muchas almas en la isla. El reconocido cantautor español Alejandro Sanz, con esa sensibilidad que lo caracteriza, no se quedó callado ante la situación y soltó unas palabras que cayeron como bálsamo en medio del caos.
En su cuenta oficial en X (antes Twitter), Sanz escribió con el corazón en la mano: “En la voz de los jóvenes cubanos late el futuro de un país que aún sueña despierto”. Una frase sencilla, pero que encierra una verdad poderosa y una clara muestra de respaldo a la juventud cubana, que hoy está dando el paso al frente con una dignidad que conmueve.
El gesto del artista llega justo cuando las universidades de todo el país se están convirtiendo en el nuevo epicentro del descontento social. Jóvenes de La Habana, Santiago, Holguín, Santa Clara y otras provincias han dicho basta ya al aumento de precios en los paquetes de datos móviles. Y no solo eso: están plantados frente a una realidad en la que conectarse a internet es casi un lujo reservado para quien tiene un familiar en el extranjero dispuesto a enviar recargas.
Protestas que sacuden, censura que aprieta
Desde que ETECSA anunció, el pasado 30 de mayo, los nuevos precios de conexión, la indignación estudiantil ha ido creciendo como espuma, con llamados a paro docente y pronunciamientos públicos que no han podido ser silenciados ni por los apagones ni por la censura.
Los muchachos no se andan con rodeos: dicen que el nuevo esquema tarifario no tiene nada de socialista y todo de capitalista salvaje, con precios que solo benefician a un monopolio estatal desconectado de la realidad del cubano de a pie. Los paquetes en pesos cubanos no alcanzan ni para una videollamada, mientras que los mejores planes siguen anclados al dólar o al euro, como si eso fuera moneda corriente en cualquier esquina de la isla.
Y mientras la gente joven se organiza y habla claro en redes sociales y en medios independientes, el gobierno responde con el mismo libreto de siempre: acusaciones de provocación, de manipulación, de influencia externa. La Seguridad del Estado ha metido la cuchareta y no faltan las amenazas veladas, los llamados a “cerrar filas” desde la prensa oficialista, y la criminalización abierta de todo el que alce la voz.
Pero nada de eso ha detenido a los estudiantes. Siguen firmes, convencidos de que tienen derecho a expresarse, a protestar y a exigir lo justo. Algunos ya han declarado a medios internacionales que no van a echarse atrás, aunque les cierren las puertas de las aulas o les monten vigilancia en los pasillos.
Alejandro Sanz: una voz que nunca ha faltado
Para quienes siguen de cerca la trayectoria de Alejandro Sanz, su apoyo a la causa cubana no es cosa nueva. En 2021, cuando estallaron las históricas protestas del 11J, el artista no se guardó nada y fue directo al grano: calificó al régimen como una dictadura que ni siquiera merece llamarse revolución.
Al año siguiente, tras los arrestos y las golpizas, volvió a la carga con un mensaje que se viralizó rápido: “Cuenta cuatro que te vas, Díaz-Canel”, una frase que decía mucho más de lo que aparentaba.
Por eso, lo que ha dicho ahora no sorprende, pero sí emociona. Porque cada palabra de respaldo, cada gesto de solidaridad, suma. Y más cuando viene de alguien con una tribuna internacional y con el respeto de millones.
En momentos en que muchos artistas prefieren mirar para otro lado, que Sanz use su voz para amplificar la de los jóvenes cubanos es un acto valiente y necesario.
Una generación que no se rinde
Lo que estamos viendo no es una simple queja por el precio del internet. Es algo mucho más profundo. Es una generación que ha decidido decir basta, que no quiere seguir aceptando las migajas del poder mientras los hijos de los funcionarios navegan en universidades extranjeras con wifi ilimitado y becas generosas.
En esa juventud que hoy exige conexión, también se está conectando algo más: el deseo de libertad, de justicia y de dignidad. Y eso no hay bloqueo que lo detenga.
Como dijo Alejandro Sanz, Cuba sigue soñando despierta, pero esos sueños ya no caben en el molde de la represión ni en las tarifas absurdas de un monopolio estatal.