La cantante cubana Dianelys Alfonso, conocida como La Diosa, volvió a soltar prenda sobre aquella vieja bronca que tuvo con La Cintumbare, una rivalidad que en su momento calentó bastante las redes.
En una entrevista con el youtuber Adrián Fernández, La Diosa rememoró cómo intentó enterrar el hacha de guerra con un gesto de buena fe: le ofreció una disculpa pública a La Cintumbare. Pero lejos de recibir un abrazo de vuelta, se llevó una andanada de críticas y burlas.
“En la vida cuando yo he obrado mal la vida me ha dado el tanganazo, cuando yo obro bien la vida siempre me ha dado la bendición. Cuando pedí disculpas a La Cintumbare no me criticó todo el mundo… todo el mundo me humilló”, confesó con desahogo. “Yo lo hice bien porque quería paz, que me dejaran tranquila a mí y a mi familia. Yo quiero criar a mis hijos, no quiero matarte como una perra”, soltó con esa sinceridad que la caracteriza.
La Diosa explicó que todo ese rollo la llevó a retirarse un poco de las redes para enfocarse en su música y su familia. Según ella, el tiempo terminó dándole la razón: mientras ella encontraba la paz, la otra terminó de regreso en Cuba.
“La vida me dio la bendición de hacer lo que yo quería: salir adelante, seguir con mis hijos y con mi carrera, y no estar en esa polémica porque yo quería un cambio de verdad. ¿Dónde terminó ella? En Cuba, el primer avión que salió fue para ella. Eso es la mano de Dios. ¿Tú quieres que yo te diga lo que le pedí a Changó? No le pedí que la matara un carro, le pedí que la deportaran, porque si yo la veía, iba a pasar una desgracia”, confesó sin pelos en la lengua.
Durante la entrevista, también compartió su experiencia de vivir en Estados Unidos y lo que exige este país a quienes deciden echar raíces aquí: “La realidad es que aquí tú tienes que venir a avanzar, este país te educa. Aquí lo que cuenta es la plata, el dinero para pagar los biles, esto, lo otro y sin hacerle daño a nadie”.
Con estas palabras, La Diosa dejó clarito que su meta es seguir adelante con su música y su familia, lejos de las broncas y los chismes. Pero eso sí, cuando tiene que hablar sin miedo, lo hace. Y a quien le moleste, que se tape los oídos.