En pleno corazón de La Habana, un joven cubano ha denunciado haber sido víctima de una violenta agresión por parte de agentes de la policía, luego de manifestarse pacíficamente en contra de las nuevas tarifas impuestas por ETECSA, el monopolio estatal de telecomunicaciones. El caso ha sacudido las redes sociales y vuelve a poner sobre la mesa el creciente rechazo popular hacia la dolarización del servicio y las restricciones impuestas a las recargas nacionales.
Ramón Escalona Labrada, conocido en Facebook como El opositor de Satanás, compartió su testimonio tras lo ocurrido el pasado martes en el parque El Curita, un punto neurálgico en Centro Habana donde decidió levantar su voz contra el abuso.
Mientras protestaba de forma pacífica, fue interceptado por el jefe de sector de la PNR y otro agente. Lo condujeron a la estación de policía, y ahí, según su relato, la situación escaló de manera brutal.
Al llegar a la estación, un oficial con grado de mayor lo llevó a un calabozo. Lo que vino después, según sus propias palabras, fue una golpiza salvaje. Ramón asegura que, tras mencionar el número de identificación del agente, este se lo llevó aún más adentro, a un espacio sin luz, donde la violencia se multiplicó.
“Me decía que me quería sacar los ojos y me metía los dedos en ellos. Me lanzó al piso, me inmovilizó y le pidió a otro oficial que trajera agua para ahogarme. Me echaron agua en la boca mientras me sostenía bocarriba”, relató Escalona en una publicación que se ha viralizado rápidamente.
Después del maltrato físico, lo dejaron arrodillado y de cara a la pared en una habitación oscura por un tiempo prolongado, hasta que fue trasladado a un calabozo común. Allí continuaron las amenazas y fue interrogado por un agente de la Seguridad del Estado.
Le achacaron el delito de incitación a delinquir, acusándolo de convocar a otros cubanos a manifestarse contra ETECSA. Pero Escalona se mantuvo firme. Alegó que “como en Cuba no existe una ley que regule el derecho a manifestarse, no se puede sancionar lo que no está legislado”, lo que convierte dicha acusación en algo, según él, sin fundamento legal.
El joven ha asegurado que va a denunciar formalmente la agresión, y para ello cuenta con un dictamen médico que certifica las contusiones recibidas, prueba clave que respalda su versión de los hechos.
Este caso no ocurre en el vacío. En las últimas semanas, el malestar ciudadano se ha disparado por las decisiones recientes de ETECSA, que limitó las recargas nacionales a 360 CUP al mes y continúa apostando por la dolarización de sus servicios, excluyendo a miles de cubanos que solo manejan moneda nacional.
Pese al control informativo y los intentos del régimen por deslegitimar las protestas, la voz del pueblo sigue levantándose. Reclaman lo que consideran justo: tarifas accesibles, un servicio de calidad y que el acceso a internet no sea un privilegio, sino un derecho.