¡Ay, Cuba! Justo cuando uno piensa que ya lo ha visto todo, aparece un búfalo suelto en medio de Alamar, desatando el pánico como si fuera un toro de San Fermín en versión habanera. Sí, leíste bien: un búfalo. No es una exageración, no es una fábula campesina… es el más reciente capítulo surrealista que se vivió en el reparto Micro X, en plena ciudad de La Habana.
Todo ocurrió este viernes, cuando los vecinos salieron de sus casas esperando el calor de siempre, pero se toparon con una escena que parecía más bien sacada de un episodio de “Animal Planet: edición cubana”. Un búfalo alterado, nervioso y completamente desubicado, decidió tomar las calles de Alamar como si fueran su propio corral. Resultado: gritos, carreras y gente escondida hasta detrás de los postes de luz.
El pobre animal, que más que bravo parecía confundido por completo, se lanzó a embestir a quien se le cruzara. Lo llamaron “el búfalo dependiente alterado”, como si fuera parte del guion de una obra teatral del absurdo. El video compartido por Dayi Elías Piñar en Facebook capturó el momento exacto en que el animal perseguía a varias personas que no sabían si correr, gritar o rezar a todos los santos.
Lo más curioso del caso es que hasta ahora nadie tiene idea de dónde salió el bicho. ¿Se escapó de una finca? ¿Vino del campo haciendo turismo? ¿Lo soltaron para filmar una película? Nada de eso está claro, y mientras tanto, los vecinos siguen contando la historia como si hubieran visto un dinosaurio en chancletas.
Aunque parezca insólito, no es la primera vez que algo así ocurre en Cuba. En provincias como Sancti Spíritus ya han ocurrido episodios parecidos. ¿Quién no recuerda al famoso toro “Muñeco”? En 2019, ese animal se fugó de un matadero espirituano y recorrió seis kilómetros causando estragos antes de ser detenido como si fuera un delincuente de cuatro patas. Hirió a varias personas y dejó a todo el mundo con la boca abierta.
Así que ya sabes, si caminas por una calle cubana y ves venir algo grande y con cuernos, no pienses que es un desfile del campo… ¡corre, que puede ser otro búfalo suelto!