La cantante cubana La Diosa volvió a alzar la voz sin pelos en la lengua, reaf irmando su postura política contra el régimen cubano en una entrevista reciente que ha hecho bastante ruido. Fue en el programa “Destino Tolk” donde soltó verdades como latigazos y dejó claro que no está para complacer a nadie, mucho menos a quienes simpatizan con la dictadura.
Todo arrancó por la polémica que se desató tras la muerte del músico Paulito FG. Algunos usuarios en redes interpretaron sus palabras como burla, pero ella salió al paso con fuerza: “¿Burlarme? ¿Dónde? ¿Cuándo dije ‘qué bueno que se murió’ o ‘vamos a brindar’? ¡Nunca! Lo único que dije fue que en ese funeral no iba a faltar nada”, explicó. Y es que, según La Diosa, Paulito siempre mantuvo vínculos estrechos con los Castro, y eso no lo olvida ni lo perdona.
Aunque reconoció que el fallecido cantante tenía talento, también recalcó que nunca alzó la voz por el pueblo ni cuestionó al régimen. En su opinión, es una gran diferencia cuando se compara ese funeral de lujo con la dura realidad que viven los cubanos de a pie, que a veces ni tienen ataúd ni carro fúnebre para despedir a los suyos con dignidad.
Con lágrimas y coraje, soltó una frase que ha encendido debates: “Yo no lloro comunistas”. Dijo que lo repite aunque se le vacíe el Watsco Center, aunque se quede sola, porque el dolor que el comunismo ha causado en su gente no lo olvida ni lo suaviza nadie. “Yo odio a los comunistas, y si nadie me quiere apoyar, que no me apoyen. Pero yo no los lloro. Ni hoy, ni mañana, ni nunca”, sentenció sin titubeos.
También habló de lo difícil que ha sido mantenerse firme cuando lo más cómodo es mirar para otro lado. “Yo entiendo que lo fácil es hacerse el ciego, vivir cómodo, viajar, cantar, que te paguen sin meterte en líos. Pero el que tenga principios, que se prepare, porque el camino va a estar lleno de mierda”, dijo, usando un lenguaje directo y sin adornos.
La Diosa sabe que su postura le cuesta amistades, contratos y escenarios, pero está decidida a seguir diciendo lo que piensa, aunque le cueste la soledad. Para ella, la dignidad no se negocia. En medio de tantos silencios y tibiezas, su voz sigue siendo una de las pocas en la farándula cubana que se levanta con claridad y sin miedo.
Mientras otros artistas optan por el silencio para no buscarse problemas, La Diosa sigue gritando su verdad, aunque eso signifique perder contratos, fans o amigos. En un país donde opinar diferente puede costarte todo, ella prefiere quedarse con lo más valioso: su conciencia tranquila.