El siempre polémico Alex Otaola, conductor del show Hola! Ota-Ola, no se mordió la lengua al comentar el más reciente golpe al bolsillo del cubano: el brutal aumento de tarifas de ETECSA, el monopolio de las telecomunicaciones en la isla. Según él, este “tarifazo” es solo otra jugada sucia para distraer al pueblo de los problemas que de verdad lo tienen al borde del colapso.
Para Otaola, el régimen sabe bien lo que hace. Mientras el cubano de a pie se queja por la subida del precio de los megas, los apagones, el hambre y la falta de medicinas quedan en segundo plano. Todo el país ahora habla del Internet, y eso —según el presentador— es exactamente lo que la dictadura quiere.
“Necesitan a un pueblo manso, dócil, que no proteste, que se aguante calladito las injusticias”, soltó con su estilo directo. “Han convertido la falta de megas en el nuevo drama nacional, para que la gente se olvide de todo lo demás”, dijo, refiriéndose a la escasez de combustible, las horas sin luz y los anaqueles vacíos.
Y por si fuera poco, agregó que esta nueva estrategia amarra aún más al cubano con el que está fuera. Porque ahora, para recargar datos móviles, hay que tener dólares, y esos solo llegan desde el exilio. Es decir, el cubano en la isla se convierte en un dependiente total del que vive en Miami, Madrid o cualquier otro rincón del mundo.
“Te están convirtiendo en un mendigo digital, en alguien que tiene que jinetear por megas”, soltó con ironía. “Un país entero convertido en pordiosero digital para que la dictadura siga llenando las arcas de ETECSA.”
Con esa misma energía, Otaola volvió a sacar a relucir su propuesta del “Parón Total”, ese llamado a detener toda colaboración económica con el régimen desde el exilio. Según él, la única forma de romper el ciclo de dependencia y represión es cerrarle el grifo al castrismo.
“Quiero que lo digan claro: ‘Otaola tenía razón’. Porque el parón, al final, es el único camino real para frenar a estos ladrones con poder”, sentenció en su programa, visiblemente molesto pero firme.
El famoso “tarifazo” al que se refiere Otaola consiste en un aumento descomunal de los precios de Internet móvil y un rediseño de los paquetes de datos, donde el cobro en dólares toma protagonismo por encima del peso cubano. Una medida que ha levantado una ola de indignación, tanto dentro de Cuba como en la diáspora.
En plena crisis económica, con apagones diarios y salarios de miseria, restringir aún más el acceso a Internet no solo es un castigo, es una estrategia de silencio. Y eso, en boca de Otaola, no va a pasar desapercibido.
Mientras tanto, el pueblo cubano —dentro y fuera de la isla— sigue buscando megas, comida, luz… y respuestas.