Desde su muro en Facebook y con la lengua afilada que lo caracteriza, Ulises Toirac volvió a plantarse con fuerza este sábado, alzando su voz en defensa de los estudiantes cubanos que se han tirado pa’lante contra el tarifazo de ETECSA. Esta vez no se guardó nada, y entre líneas (y no tan entre líneas) dejó claro que la represión y la censura no son el camino.
“Ver al enemigo en quien te pone un espejo delante, es evadir tus errores y carencias. Si encima lo destruyes socialmente por decir lo que no quieres oír, eso es abuso de poder”, escribió el humorista, cerrando con una frase que ha resonado por todos lados: “Tu enemigo no soy yo. Es la realidad.”
Junto a ese mensaje, colocó el hashtag #NoToquenALosUniversitarios, dejando bien clarito que no se va a quedar callado mientras los estudiantes son blanco de presiones por decir lo que muchos piensan pero no se atreven a gritar.
Una crítica afilada como cuchilla de barbería
El apoyo de Toirac no es cosa nueva. Desde que arrancó el paro académico en la Universidad de La Habana, ha estado del lado de los muchachos. Pero este nuevo post sube la parada: no solo defiende a los universitarios, sino que lanza una crítica dura contra el poder, al que acusa de estar más enfocado en callar voces que en escuchar verdades incómodas.
Según algunos de sus seguidores, aunque el humorista describió ciertos encuentros con funcionarios como “respetuosos”, no faltaron las miradas sospechosas ni el aire de intimidación. En las redes, mucha gente ha denunciado que estas “reuniones” no son tan inocentes como las pintan.
La juventud, la calle y los precios en dólares
Toirac no se anda con rodeos. Ha dicho, con todas sus letras, que los nuevos precios de ETECSA son una estafa maquillada con discurso oficial. Para él, es inaceptable que la conexión a internet –esa ventana al mundo que tanto vale para la juventud– esté secuestrada por tarifas en MLC, imposibles de costear sin ayuda del extranjero.
“Reprimir a estos jóvenes sería un error político que no se puede pagar”, advirtió días atrás, dejando caer la idea de que el gobierno está frente a una disyuntiva seria. Por un lado, el miedo a perder el control; por otro, la necesidad urgente de no seguir echándole leña al fuego.
“Uno de los riesgos de vivir metido en una burbuja es que terminas sin tener idea de lo que pasa afuera. Y después actúas como si todo estuviera bien.” Esa fue otra de sus perlas virales de esta semana, una crítica directa a esa desconexión que se respira desde arriba.
Censura, amenazas y una juventud que no se calla
Toirac no está solo en esta pelea. Figuras como Susana Pérez y Amarilys Núñez también se han sumado al coro de apoyo a los estudiantes. Y mientras el gobierno trata de apagar el fuego con medidas selectivas –como ofrecer navegación gratis solo a universitarios en sitios académicos–, los jóvenes han sido tajantes: “O todos conectados, o ninguno.”
Mientras tanto, se multiplican las denuncias de amenazas a estudiantes por parte de decanos, funcionarios y otros engranajes del aparato estatal. Aun así, el movimiento estudiantil sigue en pie, firme y claro.
El mensaje de Toirac queda como un eco que no se apaga: “Tu enemigo no soy yo. Es la realidad.” Porque cuando la gente empieza a perder el miedo y a llamar las cosas por su nombre, la censura ya no alcanza para tapar el sol.