La cosa se ha puesto caliente en la Universidad de La Habana. Esta vez, fue la Facultad de Psicología la que dijo “¡basta ya!” y soltó una declaración pública que ha hecho ruido en redes sociales y pasillos universitarios. El mensaje fue claro: hay que unir fuerzas entre las facultades que están en contra del sablazo de ETECSA, exigir cambios urgentes en la dirigencia de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), y lo más importante, proteger a los estudiantes y profesores de cualquier represalia por alzar la voz.
En ese documento, dirigido a los órganos de la FEU y al Consejo de Dirección de la universidad, los representantes estudiantiles dejaron caer una bomba: quieren que todas las facultades de la UH se unan para formar un frente común. No están hablando de reuniones de pasillo ni de comentarios sueltos en redes: están pidiendo un espacio público real de debate donde no solo hablen los representantes de cada facultad, sino que todo el estudiantado pueda participar activamente.
Pero eso no es todo. Los estudiantes exigen que se convoque un Consejo Ampliado, con al menos tres voceros por cada facultad, para analizar si la presidencia actual de la FEU en la UH debe seguir o no en su cargo. Según el comunicado, esa dirigencia no ha cumplido con su deber de representar a los estudiantes como es debido. “No están hablando por nosotros”, aseguran con total franqueza.
Y van más allá. También están pidiendo la renuncia del presidente nacional de la FEU, Ricardo Rodríguez González, a quien acusan de ser incapaz de defender los intereses del estudiantado. Con esto, los de Psicología se alinean con lo que ya había planteado la facultad de Filosofía, Historia, Sociología y Trabajo Social: la actual FEU está más alineada con los intereses del gobierno que con los de los alumnos.
La declaración también deja claro que no aceptarán ningún tipo de castigo o amenaza contra quienes se han manifestado. “Nos solidarizamos con todas las formas de protesta pacífica que han surgido en las universidades del país, y rechazamos tajantemente cualquier intento de silenciarlas”, dicen. Esto lo dicen con el eco de fondo de la campaña de descrédito que el oficialismo ha desatado contra el paro universitario que ya se ha extendido por varias facultades de la UH y otras universidades cubanas.
Mientras tanto, los medios oficiales siguen en su película. La periodista Talía González, por ejemplo, salió en el Noticiero afirmando que todo está normal, que el curso sigue su ritmo como si nada. Incluso se mostró un montón de publicaciones supuestamente falsas, donde los estudiantes aseguraban que no iban a regresar a clases hasta que ETECSA se bajara de la mata con sus tarifas, algo que luego fue desmentido por algunas instituciones como la Universidad de las Ciencias Informáticas.
Lo que sí no mostraron fue el video que circula en redes donde un grupo de estudiantes de la Universidad de La Habana reafirma su apoyo al paro. Esa parte, como era de esperarse, se les “olvidó” ponerla.
La ola de indignación sigue creciendo. En las últimas horas, se han sumado al paro más facultades, no solo en la capital. Desde Holguín, la Facultad de Comunicación y Letras dejó claro que también están en pie de lucha. Denuncian el tarifazo de ETECSA como un golpe bajo al derecho a estudiar, comunicarse y vivir con dignidad.
También se han pronunciado las facultades de Matemática y Computación, Filosofía y Psicología en la UH, así como estudiantes de la CUJAE, la Universidad Central de Las Villas y la Universidad de Oriente. En esta última, los alumnos de segundo año de Biología ya mandaron una carta al decano anunciando que no vuelven a clases hasta nuevo aviso.
En la Facultad de Comunicación de la UH no se unieron al paro, pero sí tomaron una decisión contundente: rechazar los 6GB de “compensación” que ETECSA quiso regalarle a los estudiantes para calmar el avispero. En un comunicado dijeron que hasta que no haya una solución de verdad, que beneficie a todo el pueblo, no aceptarán nada. Porque como muchos están diciendo, “no se trata solo de megas, se trata de dignidad.”
Así está el panorama en las universidades cubanas: los jóvenes se están cansando de que hablen por ellos sin consultarlos, de que les suban los precios como si nada, y de que los traten como si fueran niños que no entienden lo que pasa. Pero la juventud está hablando claro, y esta vez, parece que no están dispuestos a quedarse callados.