“Siempre creí que viajar a Cuba con un bebé era una locura… y sí, lo es. Pero también ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.” Con estas palabras cargadas de nostalgia y amor, la joven cubana Lisandra Pulido, conocida en TikTok como @homebylisandra, tocó el corazón de miles al compartir su regreso a la Isla para que su hijo conociera a su bisabuela de casi 99 años.
Un viaje lleno de tropiezos, pero también de ternura
En el video que se ha vuelto viral, Lisandra cuenta sin filtros cómo vivió esta experiencia entre maletas, emociones y una Cuba golpeada por la escasez. “Es un dolor inmenso ver a la familia pasar tantas necesidades… pero, aun en medio de todo lo duro, mi abuela pudo abrazar a su bisnieto, y yo pude verla una vez más”, expresó con una sinceridad que atraviesa la pantalla.
Aunque no fue un paseo de rosas, ella lo tiene claro: “Este viaje se queda conmigo para siempre. Hay momentos que no se repiten”. Y es que, en un país donde cada día cuenta, volver puede ser un acto de amor, coraje y resistencia emocional.
Una historia que hizo llorar a más de uno
Los comentarios en TikTok no se hicieron esperar. “Qué belleza, me hiciste llorar”, escribió una seguidora conmovida. Otro usuario comentó: “Si en Cuba aún queda amor y abrazos, hay que ir, aunque cueste”. La publicación se llenó de mensajes de apoyo y recuerdos similares de cubanos que, como Lisandra, sienten el tirón del alma cada vez que piensan en los suyos al otro lado del mar.
En otro fragmento del video, Lisandra comparte un detalle que parte el corazón: “Ella nació en 1926. Ya está un poco perdida de la mente y no tan fuerte… pero mi alma está en paz porque logré que conociera a mi bebé”.
La diáspora también llora
Muchos usuarios aprovecharon para contar sus propias historias: desde quienes han podido llevar a sus hijos a la Isla, hasta los que no han tenido la oportunidad de despedirse. Todos coinciden en algo: la distancia pesa, pero lo que más duele es no poder estar cuando más se necesita.
Lisandra, sin proponérselo, puso voz a una verdad que comparten miles de cubanos por el mundo: el tiempo no espera, y la familia es el motor que nos mueve, aunque el camino esté lleno de obstáculos.
Más que un video, un espejo emocional
Lo que empezó como una publicación más en redes se convirtió en un testimonio que refleja la esencia del exilio cubano: el anhelo de volver, de tocar, de mirar a los ojos a quienes quedaron atrás. Porque por encima de las crisis, de los apagones y de los pasajes caros, hay abuelas que esperan, hijos que crecen, y momentos que si no se viven ahora, se pierden para siempre.
Y como dijo Lisandra, con una mezcla de valentía y melancolía: “Fue una locura… pero una de esas que te cambian la vida”.
