¡Se rapó en vivo y con música de fondo! El cantante cubano Néstor Jiménez tiró la casa por la ventana (o más bien, las rastas por el suelo) en su cumpleaños número 37. Pero no fue con una fiesta de lujo ni una selfie con globos. Fue con tijeras, emoción y un gesto que conmovió a todos los que lo vieron en directo.
Sí, Néstor se conectó en vivo desde su cuenta de Instagram y, mientras cantaba una canción cargada de sentimiento, comenzó a cortarse las rastas que había llevado por años. Así, sin previo aviso. Un momento íntimo, simbólico y lleno de significado que sus seguidores no van a olvidar.
La canción elegida fue nada menos que “Gracias vida”, una composición suya que ya de por sí es poderosa, pero que cobró un peso mucho mayor cuando la acompañó con ese acto tan personal. “37 años, gracias vida, mi familia, mi manada”, dijo el artista mientras su cabello caía al ritmo de la música y las emociones.
El gesto, por supuesto, desató una ola de reacciones en redes. Los comentarios no se hicieron esperar. Amigos, fans y colegas aplaudieron la valentía del artista, que dejó claro que no se trataba solo de un cambio de look. Era mucho más profundo. “Este cumpleaños no es solo mío, es de todos los que me han acompañado en mi camino”, soltó en plena transmisión.
Y es que si algo ha sabido construir Néstor Jiménez es una relación sincera con su público. Esa que va más allá del escenario o el estudio de grabación. Con ese corte, marcó el inicio de una nueva etapa, de renovación personal y profesional. Y como bien le escribió un seguidor: “Una nueva etapa comienza”.
Para muchos artistas, cortarse las rastas es casi como quitarse un pedazo de historia. En la cultura cubana y afrocaribeña, el pelo puede ser un símbolo de identidad, de resistencia, de transformación. Y Néstor lo sabe. Por eso su decisión resonó tanto. No fue simple estética: fue una declaración.
El video, por supuesto, se viralizó en cuestión de horas. Porque más allá del impacto visual, lo que conmovió fue la sinceridad del gesto. Un cumpleaños diferente, sin filtros, sin poses. Solo Néstor, su música, sus emociones… y unas tijeras que sellaron el inicio de algo nuevo.
Así celebró sus 37 años: dejando atrás lo viejo, agradeciendo por lo vivido y abriendo paso a lo que viene. ¿Qué más se puede pedir?