La Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba – Asambleas de Dios no se quedó callada y este sábado rompió el silencio con un mensaje claro y directo: el aumento de precios de ETECSA es un golpe duro para un pueblo que ya anda con el agua al cuello.
En un comunicado oficial lleno de preocupación y empatía, la Iglesia calificó las nuevas tarifas como “decisiones desacertadas”, que vienen a complicar todavía más la vida de miles de cubanos que ya cargan con demasiados líos encima.
“¿Y ahora cómo nos conectamos?”
Para los líderes de esta comunidad cristiana, el tarifazo afecta a todos por igual: amas de casa, trabajadores, estudiantes, campesinos, niños y jubilados… gente sencilla que depende de los datos móviles para comunicarse, estudiar, trabajar o simplemente saber de los suyos.
La Iglesia hizo énfasis en que Cuba atraviesa una situación muy dura, y que subir los precios de la conectividad solo suma más presión sobre los más vulnerables. Por eso, hicieron un llamado directo al gobierno y a ETECSA para que replanteen sus decisiones y busquen un camino que no golpee más al pueblo.
La fe también se ve afectada
En su mensaje, la Iglesia no se quedó solo en lo económico. Subrayaron que estas medidas también ponen en riesgo la vida espiritual, familiar y comunitaria de millones de cubanos. Y es que, en un país donde cada conexión digital puede significar un abrazo virtual, una palabra de aliento o una clase por WhatsApp, el acceso a Internet es mucho más que un lujo: es una necesidad emocional y humana.
“Un llamado a la compasión, no al castigo”
Con tono pastoral, el comunicado apeló al corazón y la conciencia de quienes toman decisiones en la Isla. Citando el mensaje de solidaridad cristiana de la Carta a los Romanos, recordaron que cuando alguien está alegre, hay que alegrarse con él; pero si está triste, también toca acompañarlo en su dolor.
“Unimos nuestra voz al reclamo nacional, en espera de una solución que traiga sosiego y paz”, concluye el documento, que refleja el sentir de una comunidad vasta y profundamente enraizada en el pueblo cubano.
Más que una crítica, una súplica social
La posición de las Asambleas de Dios no es cualquier cosa. Se trata de una de las iglesias evangélicas más grandes y organizadas de Cuba, con miles de fieles en todo el país. Su declaración no suena a política ni a tecnicismos, sino a clamor popular desde una visión moral y humana.
Mientras otros sectores —estudiantes, artistas, y ciudadanos comunes— también alzan la voz contra el tarifazo, la Iglesia se une al coro nacional que exige decisiones más justas, más sensibles, más pensadas desde el dolor real de la gente.
Porque en una Cuba donde la conexión digital se ha vuelto parte de la vida diaria, del alma y de la fe, seguir subiendo los precios es como cerrar puertas al encuentro, al consuelo y a la esperanza. Y como bien dejaron claro los líderes cristianos: el pueblo ya no aguanta más carga.