Los estudiantes de la Facultad de Medios Audiovisuales (FAMCA), parte del Instituto Superior de Arte (ISA), alzaron la voz y dejaron bien claro su rechazo al tarifazo de ETECSA, exigiendo que el presidente nacional de la FEU, Ricardo Rodríguez, les dé la cara y ofrezca explicaciones públicas.
En una carta abierta, contaron que el pasado 4 de junio se reunieron con directivos de ETECSA, gente del Ministerio de Educación Superior (MES), y representantes del ISA y la FEU. Todo esto para poner sobre la mesa la bronca que tienen con los precios disparados de los paquetes de datos móviles.
Aunque los de ETECSA soltaron sus explicaciones técnicas —reconociendo que se mandaron una metida de pata con la comunicación y hablando de la crisis financiera que los tiene contra las cuerdas— los estudiantes dejaron claro que no se sienten para nada conformes.
“Los precios de los nuevos paquetes nos ponen en jaque como creadores y nos dejan atrás en la carrera profesional a nivel mundial”, denunciaron en su declaración. Y es que, para estos muchachos de FAMCA, su vida gira alrededor de archivos pesados: bajar, subir, compartir y crear. Con las tarifas de ETECSA por las nubes, dicen que sus vidas diarias y sus aspiraciones se están viendo seriamente afectadas.
Para ellos, no tiene ni pies ni cabeza que la empresa, que ahora anda llorando por dólares, no haya buscado soluciones más llevaderas antes de reventar los precios sin previo aviso. “No es comprensible cómo la empresa, que ahora se declara en necesidad de divisas, no haya tomado medidas paliativas anteriormente y de un golpe imponga unas tarifas tan altas a escala nacional”, cuestionaron con toda la razón del mundo.
Pero no se quedaron solo en la crítica. También denunciaron la falta de transparencia y cómo se vulneran los derechos de la gente al no haber consulta popular para algo tan serio como este tarifazo que afecta a todos. En sus palabras: “Los problemas de ETECSA no pueden ser un problema de exclusión social”, sentenciaron.
En la reunión con Ricardo Rodríguez, el mandamás de la FEU, los estudiantes soltaron todo lo que llevaban por dentro y le pidieron su renuncia. Dijeron sin pelos en la lengua que las soluciones dadas hasta ahora no alcanzan para resolver el problema, ni para ellos ni para toda la comunidad universitaria del país.
El asunto ya no es solo para los estudiantes: lo que pasa con ETECSA está rebotando por toda la sociedad cubana, limitando el derecho a la libre expresión y calentando los ánimos de la gente. Así que, como dicen en buen cubano: la candela está prendida y no se apaga fácil.