En medio de la ola de inconformidades que ha provocado el alza de tarifas de Etecsa, el Instituto Superior de Diseño (ISDi) ha entrado en el ojo del huracán. Todo explotó cuando se filtró un mensaje del decano Sergio Peña en un grupo de WhatsApp, y desde entonces el ambiente en la universidad está más caliente que el mediodía habanero.
“No sé qué estamos formando hoy”, escribió Peña, claramente molesto por la respuesta de los estudiantes ante las nuevas tarifas. Según él, cuesta trabajo entender por qué los jóvenes se han lanzado a protestar, y expresó su decepción por lo que considera una falta de compromiso, visión política y hasta respeto. Dijo sentirse “torturado” por lo que percibe como una juventud desconectada del ideal revolucionario.
En su mensaje, el decano apeló a la unidad entre profesores y cuadros para enfrentar lo que calificó como una “pesadilla”. Con un tono dramático, aseguró que siempre ha sido el “capitán de este barco en extraña travesía”, pero que ahora los sueños se le están cansando. El objetivo, claro, es volver a la “normalidad” sin que nada cambie en lo más mínimo.
Pero los estudiantes no se quedaron callados.
En una carta pública, alzaron la voz y le respondieron con fuerza. Acusaron a Peña de ejercer un liderazgo autoritario, de emplear un lenguaje grosero e incluso de amenazar a quienes se atreven a opinar distinto. “Amenazó con expulsar a una estudiante solo por expresar su opinión”, denuncian. La indignación ha crecido tanto que ahora no solo protestan contra Etecsa, sino que están exigiendo la renuncia del propio decano.
Uno de los puntos que más molestó fue la afirmación de Peña de que “no hace falta Internet para diseñar”. Una frase que, en pleno 2025, suena como sacada de otro planeta. Para los estudiantes, esa desconexión con la realidad laboral de su carrera es inadmisible, y más viniendo del máximo responsable de la institución.
Mientras tanto, voces fuera del ISDi también están opinando. El economista Pedro Monreal analizó el asunto desde una perspectiva más amplia y explicó que este tarifazo no es un hecho aislado. A su juicio, “la chispa fue Etecsa, pero la gasolina la puso la Tarea Ordenamiento”, esa misma que cambió de golpe la economía cubana en 2021 y cuyos efectos todavía resuenan con fuerza en la vida de todos.
Monreal no se anda con rodeos y afirma que este tipo de medidas buscan sostener a un monopolio estatal que “solo está profundizando la exclusión social”. Según él, para que las exportaciones sean “competitivas” desde el punto de vista del Estado, se imponen tarifas abusivas en pesos que aplastan a los ciudadanos.
Al final del día, la mecha la encendió Etecsa, pero el fuego viene de hace rato. Lo que empezó como una protesta por los precios del internet se ha convertido en algo mucho más grande: un grito de hartazgo contra el autoritarismo, la desconexión con la realidad y un modelo que ya no convence a nadie.