Desde Santiago de Cuba, específicamente en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Oriente, un grupo de estudiantes de Historia del Arte decidió plantarse firme y dejar claro que no están dispuestos a seguir aguantando en silencio el tarifazo impuesto por ETECSA.
Este domingo, los muchachos de tercer y cuarto año compartieron un comunicado poderoso y valiente, que ya rueda como pólvora en las redes. En el texto expresan su rechazo frontal a las nuevas tarifas del monopolio estatal de telecomunicaciones y se suman al coro de voces que se levanta desde todos los rincones del país.
«Queremos soluciones, no cuentos»
El mensaje es claro como el agua: exigen respuestas concretas en un plazo de cinco días, es decir, hasta el 13 de junio. Y si no las hay, se sumarán “sin titubeos” al paro universitario iniciado por la facultad de Matemática y Computación (MatCom) de la Universidad de La Habana.
Además, dejaron bien claro que no hay ninguna mano extranjera manipulándolos. “No somos marionetas de nadie. Solo somos jóvenes con el sueño de graduarnos y ser útiles”, dice el texto. Un palo directo a esa vieja cantaleta oficial que siempre intenta restarle legitimidad a cualquier reclamo popular.
“Solo repiten lo mismo que dice el noticiero”
Según los estudiantes, ETECSA se reunió con la facultad, pero fue más de lo mismo: un guion calcado del discurso oficial, sin voluntad de resolver nada. Peor aún, denunciaron que el alto costo del saldo ha empujado a muchos al mercado informal, donde 360 pesos de saldo ya se están vendiendo en 1.500. Un verdadero abuso.
También recordaron que en los primeros tiempos de la Revolución, Fidel prometió que todas las leyes debían ser consultadas con el pueblo. Hoy, esa promesa parece un mal chiste.
“No nos vamos a conformar con sobras”
El comunicado califica de “atropello” a los derechos de comunicación lo que ha hecho ETECSA. Y lo dicen sin pelos en la lengua: no aceptarán migajas que solo beneficien a una minoría mientras la mayoría sigue pasándola negra.
Esto ya no es un grupito, es un país que se cansa
Desde que entró en vigor el paquetazo tarifario el pasado 30 de mayo, lo que era solo un malestar silencioso se convirtió en un grito nacional de protesta. La nueva medida solo permite una recarga mensual de hasta 360 CUP, lo que no da ni para mantener el WhatsApp encendido. Mientras tanto, ETECSA sigue sacando ofertas en dólares que solo se pueden pagar desde fuera o con divisas que, sinceramente, casi nadie tiene.
Y así fue como el estallido empezó a cruzar provincias. Estudiantes de Guantánamo, Holguín, Villa Clara, y más allá, han decidido no quedarse callados. Las protestas crecieron, las cartas circularon y el miedo empezó a cambiar de bando.
“No a la represión” — el eco internacional
Más de 940 personas, entre académicos, artistas, periodistas y figuras de la sociedad civil, firmaron una carta pública titulada “No a la represión contra universitarios cubanos”. Publicada en la plataforma change.org, el documento pide apoyo a la comunidad internacional para proteger a los estudiantes de cualquier represalia.
Lo que comenzó como un reclamo por internet se ha transformado en una batalla por el respeto, la dignidad y la libertad de expresarse. Una nueva generación está diciendo “basta ya”, y esta vez no se conforma con que le bajen el precio del mega, sino que quiere ser escuchada, respetada… y tenida en cuenta.
Porque si algo está quedando claro es que cuando la juventud cubana se une, no hay tarifa que los silencie.