El periodista cubano Mario J. Pentón soltó este lunes una bomba que muchos sospechaban, pero nadie quería confirmar: el tarifazo de ETECSA no va para atrás ni para coger impulso. Según una fuente de alto nivel dentro del monopolio estatal, la subida de precios en servicios clave, como la recarga internacional en dólares, no es una movida comercial cualquiera. Se trata de una decisión tomada “a nivel de país”, lo que equivale a decir: lo aprobó la cúpula, y punto.
En otras palabras, aunque el pueblo proteste, los estudiantes se planten y las redes revienten de indignación, la decisión viene sellada desde arriba y no hay marcha atrás.
Un parche sin curita: la promesa de Nauta Hogar
Como quien intenta calmar un incendio con un vasito de agua, ETECSA estaría cocinando una supuesta “compensación”: una flexibilización del servicio Nauta Hogar, ese que permite conectarse desde casa usando tecnología ADSL.
Pero, como bien dijo Pentón en su Facebook, eso no resuelve nada. ¿De qué sirve flexibilizar un servicio que la mayoría ni siquiera puede usar? Entre apagones constantes, falta de equipos y viviendas sin condiciones mínimas, el Nauta Hogar es un lujo para pocos y un espejismo para muchos.
“Es otro parche para una realidad que se cae a pedazos”, sentenció el periodista, con esa claridad que ya lo caracteriza.
ETECSA vende humo mientras aprieta la soga
Mientras la empresa endurece el acceso a internet móvil y le pone precio en dólares al derecho a estar conectados, intenta disfrazar todo con anuncios vagos y promesas vacías. Esta vez fue la vicepresidenta comercial, Lidia Esther Hidalgo, quien asomó la cara en el programa Mesa Redonda para decir que “durante el verano anunciaremos una nueva modalidad” en el servicio de Nauta Hogar.
Según ella, la nueva opción será “opcional” y tratará de ajustarse a los diferentes perfiles de consumo de los usuarios. Pero entre líneas, lo que se lee es otra historia: más incertidumbre y el miedo latente a que venga otro sablazo disfrazado de oferta “interesante”.
Y es que, como ya se ha visto, ETECSA no suele andar con contemplaciones. Cuando sube, sube de verdad. Y cuando ajusta, es para sacudir los bolsillos del cubano promedio.
Desconexión entre el discurso y la realidad
A estas alturas, es difícil creer que los cambios que anuncian tengan como prioridad las necesidades reales del pueblo. La gente no quiere opciones nuevas, quiere precios justos y acceso estable a internet, algo que hoy se ha convertido en un lujo dentro de la Isla.
Con el tarifazo aún caliente y el anuncio de una “modalidad opcional” que nadie entiende del todo, la sensación general es de desconfianza y hartazgo. Porque, al final del día, lo que se ve es un monopolio que actúa sin competencia, sin rendir cuentas y con la espalda bien cubierta por quienes mandan.
Y mientras tanto, el cubano de a pie sigue haciendo malabares para mantenerse conectado, en un país donde hablar, informarse o simplemente saludar a la familia en el exterior cada vez cuesta más… y no solo en dinero.