Si algo hay que reconocerle a Bebeshito, es que no le teme a nada. Este fin de semana el cantante urbano cambió el micrófono por los tacos, se puso el uniforme completo y se lanzó a la cancha como todo un profesional (bueno… casi). ¿El motivo? Cumplir uno de sus sueños de toda la vida: jugar fútbol con leyendas vivas del deporte en el evento “The Beautiful Game”, celebrado en el Chase Stadium de Miami.
Con su dorsal número 22, una camiseta que decía “Bebeshito” bien grande en la espalda y una sonrisa de oreja a oreja, el reguetonero entró al terreno como quien pisa el escenario del Madison Square Garden. Y claro, él mismo lo dijo en Instagram: “Día de sueños, compartir con todas estas leyendas del fútbol. Súper contento y agradecido con la invitación.” Se le notaba feliz, emocionado… y también un poco perdido entre los cracks.
Cuando el entusiasmo supera al talento (y se nota)
La emoción era mucha, pero el balón tenía otros planes. Bebeshito intentó regatear a tres rivales al mismo tiempo (spoiler: no salió bien), trató de cortar un avance con un quiebre que terminó en autoengaño, y hasta pidió penal sin que nadie lo tocara. Eso sí, actitud no le faltó. El hombre corrió, se deslizó, sonrió, y dejó el alma en la cancha… aunque la técnica se le haya quedado en el camerino.
Las redes no perdonan, pero tampoco son crueles (bueno, a veces). En esta ocasión, sus seguidores se lo tomaron con humor. “Dedícate a la música, que el fútbol no es lo tuyo”, fue uno de los comentarios más repetidos entre carcajadas. Otro le puso: “Tremendo flow, pero la pelota no te quiso”. Pero más allá de las bromas, todos coincidieron en algo: le celebraron las ganas.
Un sueño cumplido, aunque se haya ido en el amague
Ver a Bebeshito en la cancha no fue sobre goles ni jugadas de lujo. Fue sobre atreverse, disfrutar y vivir algo que probablemente soñaba desde chama. Porque aunque lo suyo sea el reparto, y el escenario lo domine como pocos, lanzarse a jugar con leyendas ya es tremendo mérito.
Y quién sabe… quizás el próximo sueño de Bebeshito sea lanzar una canción con Ronaldinho o hacer un remix con Neymar. Porque este cubano demuestra que, cuando hay ganas, ni los bloopers lo detienen.