Lo que se supone que sería un momento de alegría, lágrimas y abrazos se convirtió en el video viral más polémico del momento. Una joven cubana regresó a casa tras más de dos años sin ver a su madre, pero lo que llamó la atención no fue el reencuentro en sí, sino la reacción de la señora… o mejor dicho, la falta de ella.
El clip fue publicado por la usuaria @lisandra_dundu en TikTok y desde entonces ha acumulado miles de vistas, reacciones y sobre todo, comentarios divididos. En el video se puede ver el momento exacto en que Lisandra entra a su casa en Cuba y se topa con su mamá, a quien no veía desde hacía dos años y seis meses. Una eternidad para cualquier familia cubana separada por la migración.
Pero, sorpresa: la mamá no gritó, no lloró, no se lanzó a sus brazos. Nada de eso. Su reacción fue tan calmada que muchos usuarios pensaron que era una broma o que simplemente no la había reconocido.
Lisandra escribió en la descripción del video: “Dos años y seis meses demoré en volver a abrazarte, mamá”. Pero ese abrazo que esperábamos ver, con música melosa y lágrimas a borbotones… nunca llegó.
Los comentarios no tardaron en estallar. Desde el sarcasmo hasta la decepción, la gente soltó lo suyo: “Más contento se pone mi perro cuando llego del trabajo”, comentó uno. Otro fue más radical: “Ni la puerta le abrió, yo ahí mismo me viro y me regreso”. Algunos incluso cuestionaron si valía la pena hacer tanto esfuerzo por volver.
Claro, no todo fue crítica. También aparecieron los que salieron en defensa de la madre: “No todos demuestran su amor llorando”, “Tal vez estaba en shock”, o “A veces el corazón se queda mudo de tanto sentir”. Porque sí, no todos reaccionamos igual ante una sorpresa tan grande.
Este tipo de reencuentros suele emocionar a cualquiera, sobre todo dentro de la comunidad cubana marcada por la distancia y los años de separación. Pero en este caso, lo que nos sacó conversación no fue el llanto… sino su ausencia.
¿Fue una reacción fría o una emoción contenida? ¿Decepcionante o comprensible? Lo cierto es que este video nos recuerda que no todos los reencuentros son de película, y que detrás de cada regreso hay historias, heridas y silencios que también hablan.
¿Qué opinas tú? ¿Te hubieras dado la vuelta o habrías abrazado igual?