La Oficina del Historiador de La Habana acaba de sacar del horno una nueva propuesta que promete darle un aire renovado al famoso Malecón. Desde este mes, está abierta una convocatoria para arrendar espacios temporales en esa emblemática avenida, con la idea de impulsar iniciativas privadas y estatales que le metan sazón al Centro Histórico y, de paso, animen la economía local. Así lo soltó el periódico Tribuna de La Habana.
La licitación, que estará abierta hasta el 30 de junio, va dirigida a todos los cubanos —sean estatales o no estatales— que tengan en mente un proyecto de gastronomía, comercio, recreación o cultura y quieran ponerlo en marcha en el Malecón. Eso sí, la preferencia será para la gente de La Habana Vieja, con el objetivo de fortalecer la comunidad desde dentro.
La Empresa de Gestión del Patrimonio S.A., la encargada de manejar el asunto, dejó claro que los interesados tienen que demostrar que pueden contratar legalmente y que están al día con sus cuentas con la ONAT. Además, para elegir los proyectos ganadores, tendrán en cuenta la originalidad de la propuesta, que encaje con el Plan Maestro de la Oficina del Historiador y que aporte soluciones verdes, genere empleo y promueva la inclusión social.
El costo para entrar en esta jugada empieza en 150 pesos cubanos por metro cuadrado al día. El pago será mensual, calculado sobre 30 días, y deberá hacerse antes del día 20 de cada mes. Para facilitar el asunto, se podrán usar facturas electrónicas y otros métodos de pago habilitados.
La evaluación estará a cargo de una comisión de licitación, que revisará cada propuesta con lupa. Se enfocarán en ver que todo esté alineado con los objetivos de regeneración, que no se pasen con las construcciones y que respeten los horarios de funcionamiento, especialmente en el caso de los proyectos gastronómicos. Además, cada proyecto tiene que incluir áreas verdes con vegetación autóctona, un guiño a la sostenibilidad que tanto hace falta.
La Oficina del Historiador describió la convocatoria como una “oportunidad única en el Malecón habanero”, destacando que buscan iniciativas que le den vida a uno de los espacios más icónicos de la capital. Todo esto se da en un contexto donde las autoridades están apostando cada vez más por monetizar los espacios públicos.
Un ejemplo reciente es el anuncio del alquiler de la Tribuna Antimperialista «José Martí» para actividades no políticas. Lo que antes fue un símbolo de la Batalla de Ideas impulsada por Fidel Castro, ahora se está transformando en otro espacio disponible para alquiler y nuevos negocios.
Así, el Malecón y sus alrededores se convierten en escenario para una nueva etapa: la de generar oportunidades económicas que, ojalá, no se queden solo en el bolsillo de unos pocos. La ciudad vieja sigue respirando historia, pero también busca modernidad. ¿Será que veremos pronto nuevos proyectos llenos de sabor y creatividad? ¡Habrá que esperar y ver cómo se mueve el agua en el Malecón!
