La violencia volvió a sacudir a La Habana, esta vez en pleno corazón de La Palma, en el municipio de Arroyo Naranjo, donde un video que circula en redes sociales muestra cómo un grupo de vecinos estuvo a punto de linchar a un joven que, según testigos, intentó asaltar una bodega armado con un cuchillo.
El muchacho, visiblemente alterado, habría atacado a la administradora del local —una señora mayor— en un intento desesperado por robar. Pero lo que desató la furia de los vecinos fue algo más que el robo: la mujer terminó con el rostro cortado y sangrando tras recibir una puñalada del agresor.
“¡Ahora mismo le dio a la bodeguera! ¡Le rajó la cara, caballero, que no se vaya!”, se escucha decir entre gritos a quien grababa el video. La escena, llena de tensión, muestra a varios hombres descargando golpes sobre el presunto ladrón, que apenas podía reaccionar.
Las drogas detrás del ataque
Según la gente del barrio, este tipo no actuó por hambre ni por necesidad. Lo que lo empujó, dicen, fue la droga. “El químico está haciendo estragos en Cuba”, comentó uno de los testigos en redes. “Este delincuente no fue a buscar comida, fue a buscar dinero pa’ drogarse”.
Quien compartió el video fue un internauta llamado José Miguel Abreu, que también soltó su propia opinión con tono de bronca: “El pueblo tomó cartas en el asunto y le dieron una paliza al hp”.
Y es que, con la situación que se vive en la calle —falta de control, impunidad, y un consumo de drogas que va creciendo como maleza—, no son pocos los cubanos que están optando por hacer justicia con sus propias manos.
Golpes, gritos y sangre en plena calle
El video dura poco más de un minuto, pero no necesita más tiempo para mostrar el caos. Se ve a varios hombres pateando y golpeando al agresor, mientras el ambiente se llena de voces alteradas que pedían “dale en la cabeza”, “no lo dejen escapar” y “mátenlo”.
Algunos testigos dijeron que la herida de la víctima fue seria, con mucho sangramiento en la cara, y que fue llevada de urgencia al hospital. Hasta el momento no hay información oficial sobre su estado de salud, ni tampoco sobre el futuro del agresor.
Cuando la justicia no llega, el pueblo actúa
Este episodio no es un caso aislado. En los últimos años, el número de linchamientos callejeros en Cuba ha aumentado. Cuando ocurre un robo o un acto violento, muchas veces la gente no espera a la policía: actúa por su cuenta.
Y si bien estos actos reflejan una desesperación colectiva, también muestran algo mucho más hondo: una desconfianza total en las instituciones y un deseo de proteger lo poco que queda.
Las redes sociales han sido clave en todo esto. No solo para difundir los hechos, sino para que la gente sepa que el miedo ya no paraliza. Lo que pasó en La Palma es solo una muestra de lo que se cuece en los barrios cubanos, donde la calle habla, juzga y castiga.
Cuba, entre el caos y la respuesta popular
En un país donde la crisis no da tregua, el hambre, la droga y la desesperanza van de la mano. Y cuando alguien ataca a una trabajadora humilde, como la bodeguera de La Palma, el pueblo no espera por un juicio ni por una patrulla. Se lanza con todo.
Pero esa justicia por cuenta propia también es un reflejo peligroso de lo que está pasando: una sociedad que ha perdido la fe en que alguien más la proteja.