La violencia en Cuba está tocando niveles preocupantes, y esta vez el escenario fue Manzanillo, en la provincia de Granma. La semana pasada, un hombre de 70 años llamado Edilberto Álvarez Fonseca fue víctima de un asalto que terminó en tragedia y que ha causado gran conmoción en toda la comunidad.
Edilberto, un señor respetable y muy querido en su ciudad, salió bien temprano, a eso de las 4 a.m., para hacer unos trámites relacionados con su trabajo. Lo que parecía una mañana cualquiera se convirtió en una pesadilla. Según testigos y publicaciones en redes sociales, cinco individuos lo atacaron con la intención de robarle, justo cerca del Parque Céspedes, un lugar conocido por todos.
La historia tiene un giro desgarrador: Edilberto sacó un pequeño cuchillo para defenderse y logró herir a dos de sus agresores, incluso a uno en la cara. Pero la violencia fue demasiado y recibió una puñalada en el brazo que le cortó una arteria. En sus últimos momentos, según testigos, pidió ayuda desesperadamente: “No me dejen morir”. La policía llegó a tiempo para trasladarlo al hospital, pero la pérdida de sangre fue fatal.
La familia, aún rota por el dolor, contó que la policía arrestó a tres de los responsables el mismo día, y un cuarto fue detenido justo el día del entierro. Pero más detalles sobre el caso no se han dado, y el silencio oficial en prensa y autoridades no ayuda a calmar la inquietud de la comunidad.
Eva Bazán, familiar directa de Edilberto, expresó su rabia y tristeza en redes: “Hace falta mano dura con la delincuencia y la droga. Mi hermano era un hombre digno y trabajador. Fue atacado solo por hacer unos trámites. Él se defendió, pero eran demasiados… Lo llevaron al hospital con vida y murió allí. Esto no puede seguir así, necesitamos justicia y acciones firmes”.
Los vecinos también están consternados. Una mujer que vive cerca del lugar contó cómo escuchó los gritos de auxilio y vio cómo Edilberto se desangraba. Otro vecino lo recordó como un obrero honesto y decente, y muchos expresan que esta situación refleja la amarga realidad que hoy vive Cuba.
La indignación crece en las redes. Mensajes como “Cuba se ha convertido en uno de los países más peligrosos” o “¿A dónde vamos a parar?” abundan en comentarios de usuarios. Muchos piden mano dura contra los delincuentes, incluso pidiendo que se aplique la pena máxima para casos como este.
Para Eledimir Santiesteban, un ciudadano preocupado, esta tragedia es la señal de que “si no se actúa ahora, mañana será tarde”. Denuncia que jóvenes armados y encapuchados rondan las calles a altas horas, sembrando miedo y desasosiego.
La realidad es clara: la inseguridad está creciendo, la gente tiene miedo de salir a la calle y la sensación de impunidad alimenta estos actos violentos. Manzanillo llora a Edilberto, y todo el país debería mirar con atención qué pasa con la seguridad y el orden, antes de que la violencia sea aún más difícil de controlar.