En medio de tanto chisme rodando por las redes, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE) salió al paso y puso los puntos sobre las íes: las actrices Paula Alí y Diana Rosa Suárez están vivitas, coleando y mandando besos al pueblo cubano.
El revuelo empezó cuando comenzaron a circular en internet viejas noticias sobre supuestos problemas de salud que, aunque alguna vez fueron ciertas, ya no reflejan el presente de estas dos leyendas del arte cubano.
“Ambas se encuentran en buen estado de salud y envían sus más sinceros saludos y todo su cariño al pueblo cubano”, dice el comunicado oficial publicado en la página de Facebook del CNAE.
No hay drama, solo cariño y agradecimiento
Desde la institución dejaron claro que agradecen de corazón la preocupación de la gente y el cariño con que el público siempre responde ante cualquier cosa que les pase a sus artistas. También aprovecharon para reafirmar que seguirán echándole ganas al trabajo de impulsar y proteger las artes escénicas en la isla, que falta hace.
“Agradecemos profundamente su apoyo y confianza, y reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando con dedicación para promover y fortalecer las artes escénicas en nuestro país”, dice la nota, como quien pone calma con elegancia.
¿De dónde salió el malentendido?
Bueno, como casi siempre pasa en Cuba, una noticia vieja volvió a correr como pólvora, sin aclarar que ya había pasado su tiempo. Es cierto que en 2024, Paula Alí tuvo un ingreso complicado en el Instituto de Cardiología de La Habana, y que Diana Rosa Suárez sufrió un infarto mientras se encontraba en Guyana. Pero eso fue en su momento, y ahora la historia es otra.
Las dos se están recuperando bien, están tranquilas, y lo único que piden es que la gente no se deje llevar por el «corre-corre» de las redes sin verificar antes.
Cultura, salud y respeto: las claves del mensaje
El comunicado no solo sirve para desmentir un rumor. También es una muestra del vínculo fuerte que existe entre los artistas cubanos y su público, y cómo la cultura sigue siendo ese puente de afecto, incluso cuando las noticias se cruzan con el morbo.
Así que, por ahora, a respirar tranquilos y a seguir disfrutando del legado de estas dos grandes del teatro y la televisión cubana, que siguen aquí, fuertes como siempre y con ganas de seguir inspirando desde las tablas o desde donde estén.