En medio de la estampida de profesionales que sigue sacudiendo a Cuba, una historia de esas que te aprietan el pecho se ha robado el corazón de miles en redes sociales. Un grupo de estudiantes cubanos decidió darle una despedida inolvidable a su profesora, esa misma que les enseñó más que fórmulas o fechas… les enseñó con el alma.
El emotivo momento quedó capturado en video y se volvió viral en TikTok gracias a la cuenta @todocuba11. En el clip, los muchachos cuentan que se enteraron de que la profe se iba del país y, sin pensarlo dos veces, se pusieron manos a la obra para sorprenderla como se merece.
“Le compramos unos dulces y un ramo con sus flores favoritas”, explican con ternura. El detalle no es cualquier cosa, porque ni siquiera sabían dónde vivía. Pero ya tú sabes cómo es Cuba: una vecina buena onda los guió hasta la puerta correcta, y allí esperaron todos junticos hasta que estuvieran completos para darle el toque final a la sorpresa.
Cuando la maestra abrió la puerta, la emoción le desbordó el alma. No solo se encontró con sus alumnos, flores en mano y dulces en la bolsa, sino que también le recitaron una poesía escrita especialmente para ella. Aquello fue demasiado. La profe rompió en llanto, de esos que no se pueden disimular, y todos quedaron marcados por un momento que dice más que mil discursos.
El video ha sido un verdadero fenómeno en redes, no solo por la carga sentimental que transmite, sino porque retrata el vacío que dejan esas despedidas que ya se han vuelto rutina en la isla. Cada profesional que se va, se lleva mucho más que un título: se va con los afectos, con las historias vividas y con parte del corazón de quienes quedan atrás.
“Andábamos con toda la actitud… pero no sabíamos ni qué decir cuando abriera la puerta”, confiesan los muchachos en el video. Esa mezcla de nervios, cariño y tristeza caló hondo entre los usuarios, que no tardaron en dejar comentarios llenos de admiración, aplausos virtuales y lamentos por lo que sigue perdiendo el sistema educativo cubano.
Estas escenas se repiten con demasiada frecuencia últimamente. Porque cuando un maestro se va, no solo se queda vacía un aula, también se deshacen lazos, se cortan historias, se apagan pequeñas luces que hacían la diferencia. Este gesto, aunque pequeño, es un grito de amor y también de despedida… uno que refleja lo que muchos en Cuba sienten pero no siempre logran expresar.
