Cuba está cambiando… y no precisamente para bien. La gente está perdiendo la paciencia, y la inseguridad ya no se esconde. Este lunes, en pleno Paseo de Martí de Santiago de Cuba, un presunto ladrón fue atrapado, registrado y entregado a la policía por una multitud de personas hartas de los robos.
Sí, como lo lees. Ya ni siquiera hace falta esperar a que la policía llegue (o reaccione). El pueblo está tomando cartas en el asunto por su cuenta, y el video que circula en redes es prueba de eso.
El hecho fue publicado por el periodista independiente Yosmany Mayeta, quien compartió las impactantes imágenes en su perfil de Facebook. En el video se puede ver a varias personas rodeando a un joven, reteniéndolo contra la acera y revisándolo en plena calle, supuestamente para recuperar lo que habría robado.
Aunque no se conocen todos los detalles del supuesto robo —ni qué fue exactamente lo que se llevó—, el muchacho fue obligado incluso a quitarse las botas, ya que algunos creían que había escondido el objeto ahí. ¡Escena digna de una serie policial, pero a lo cubano y sin cámaras de seguridad!
Mientras esperaban a que llegara la patrulla, se escuchaban gritos como “¡Descarado!” y “¡Revísalo bien!” por parte de los presentes. Nadie se quedó callado. La indignación era evidente, y aunque no hubo violencia visible en el video, sí quedó clara la desesperación colectiva ante tanto robo suelto.
Finalmente, llegó un carro patrullero y se llevaron al sospechoso detenido, pero el susto, la tensión y la sensación de abandono quedaron en el aire. Mayeta pidió en su publicación que cualquier persona que reconociera al individuo o tuviera más detalles del hecho, le escribiera en privado.
Y este no es un caso aislado. En Bayamo, hace poco, los vecinos también capturaron a un supuesto ladrón y lo amarraron en plena calle, esperando que apareciera la policía. La historia fue parecida: cansancio, indignación, y una comunidad decidida a hacer justicia por su cuenta.
Y si pensabas que ya lo habías visto todo, hace poco un hombre robó un ómnibus nacional, y en La Habana otro subió a un camión en movimiento para robar lo que pudo. ¡Una locura total!
La realidad es que cada vez son más los cubanos que sienten que la policía llega tarde, o no llega, y que la inseguridad se está saliendo de control. Por eso ahora la gente actúa. ¿Es legal? ¿Es peligroso? ¿Es justo? No hay una respuesta simple. Pero una cosa sí es clara: el pueblo está cansado… y no está dispuesto a seguir aguantando en silencio.
