Después de meses de incertidumbre y desvelos, Carlos Yuniel Valle por fin recibió una buena noticia. Desde su cuenta de Facebook, el joven padre compartió su alivio con una frase que tocó corazones: “Al fin una noticia buena. Seguimos orando para que se nos sigan abriendo puertas.” ¿El motivo? El gobierno de Estados Unidos aprobó la condición de “familiar inmediato” para su esposa, Heydi Sánchez Tejeda, quien había sido deportada a Cuba hace poco más de un mes.
Este paso crucial fue confirmado por la cadena Telemundo, que ha seguido de cerca la historia de esta familia separada por las complejidades del sistema migratorio. La pareja había iniciado el trámite de la visa IR-1 hace más de dos años, una categoría destinada a cónyuges de ciudadanos estadounidenses. Pero en medio del proceso, Heydi fue repatriada tras presentarse a una entrevista migratoria en Tampa, dejándolo todo en el aire.
La sorpresa llegó en una nueva cita de Carlos con Inmigración, también en Tampa, donde le comunicaron que la reclamación había sido aceptada. Con la emoción a flor de piel, confesó frente a las cámaras de Telemundo: “Hoy tuve la entrevista para el lío de la reclamación de Heidi y me aceptaron, gracias a Dios. Ya le vamos a mandar la visa… y se me aguaron los ojos.”
Heydi había estado en Estados Unidos bajo libertad condicional migratoria, amparada por el formulario I-220B, pero cargaba con una orden de deportación anterior. Luego de su salida forzosa del país, Carlos quedó solo criando a su hija de apenas un año, aferrado a la esperanza de volver a estar juntos.
Parte del avance en su caso se debe al respaldo de la congresista Kathy Castor, a quien la pareja agradeció públicamente por el impulso dado a su situación.
Ahora el caso pasa al Centro Nacional de Visas (NVC), que deberá coordinar una entrevista consular para Heydi en la embajada de Estados Unidos en La Habana. Pero antes de eso, deberá solicitar dos perdones migratorios, un proceso que normalmente se extiende durante años. Sin embargo, su abogada tiene la mira puesta en lograr un procesamiento expedito, considerando las circunstancias excepcionales.
A pesar del respiro que trajo esta noticia, la familia no baja la guardia. Carlos expresó su preocupación por la reciente medida del gobierno estadounidense que restringe la emisión de visas para ciudadanos cubanos, una política que, aunque apunta a las visas de turismo y estudio, deja un manto de incertidumbre sobre las de inmigrante, como la IR-1.
“Lo más duro lo está viviendo nuestra niña,” dijo Carlos con voz entrecortada. “Aparte de Heydi, que está allá en Cuba, sufriendo por no poder estar con su hija.”
La abogada de la familia, también citada por Telemundo, explicó que tan pronto como se presenten los dos perdones migratorios, solicitarán al USCIS que los revise con urgencia, para acortar el doloroso tiempo de espera.
En medio de tantos obstáculos, este paso representa una chispa de esperanza para una familia que solo quiere abrazarse otra vez, esta vez sin miedo, sin interrupciones y en suelo seguro. En tiempos donde tantas historias quedan truncas, la de Carlos y Heydi sigue recordándonos que la fe, el amor y la lucha también pueden mover papeles.