Lo que empezó como un evento para pasarla bien, con música y ambiente juvenil, terminó como una de las jornadas más violentas vividas en La Habana en los últimos tiempos. Y ahora, un año después, ya hay condenas sobre la mesa.
Dieciocho personas fueron sentenciadas a entre 4 y 8 años de prisión por su participación en los altercados ocurridos el 8 de junio de 2024, justo a las afueras del Parque Tecnológico Finca de los Monos, en el municipio Cerro. Según informó el Tribunal Provincial Popular de la capital, los implicados enfrentaban cargos por desórdenes públicos y tenencia ilegal de armas o explosivos.
Pero no todos irán tras las rejas. Uno de los acusados recibió tres años de trabajo correccional sin internamiento por motivos de salud mental, mientras que otro fue sancionado a siete años bajo libertad supervisada, gracias a su historial de buena conducta antes y después del suceso.
Un juicio cargado de tensión y detalles oscuros
El proceso judicial se desarrolló en dos días, con declaraciones de testigos, peritos, acusados y los argumentos de Fiscalía y Defensa. Según el tribunal, los jóvenes actuaron con intención de causar daño y sembrar el miedo entre los presentes, en un evento que reunía a gran cantidad de menores de edad.
Las sentencias, según explicaron las autoridades, se ajustaron a la edad y participación de cada acusado, lo que ha sido interpretado como una manera de individualizar las sanciones sin pasar por alto la gravedad de los hechos.
A pesar de las condenas ya emitidas, la Fiscalía no descarta reabrir investigaciones si surgen nuevos indicios sobre otras personas involucradas. De momento, hay siete que iniciaron el juicio bajo prisión provisional, dos que fueron enjuiciados por hechos posteriores, y once que enfrentaron el proceso en libertad.
La prensa oficial no tardó en asegurar que el juicio se realizó respetando las garantías legales, en un intento claro por reforzar la imagen del sistema judicial cubano frente a posibles críticas por la severidad de las penas.
¿Qué pasó realmente en la Finca de los Monos?
Aquel 8 de junio se anunciaba como una jornada de diversión dentro del programa “Inicio del verano juvenil 2024”, impulsado por Klatus Creativo con respaldo del gobierno municipal. Aunque después, para sorpresa de muchos, las autoridades dijeron que el evento nunca fue aprobado oficialmente.
Lo cierto es que la actividad atrajo a un montón de adolescentes y jóvenes, y la cosa se salió de control rápido. Lo que debía ser un fiestón terminó convertido en una bronca callejera con machetes, objetos punzantes y varios heridos, en medio de un corre-corre que aterrorizó a los presentes.
En un principio, los reportes oficiales hablaron de apenas dos lesionados leves. Pero los videos que circularon en redes contaban otra historia: una multitud alterada, gente gritando, enfrentamientos violentos en plena vía pública. Era el caos.
El periodista oficialista Humberto López acabó reconociendo que al menos seis personas resultaron heridas, aunque en redes hubo quienes aseguraban que incluso había fallecidos, algo que fue negado rotundamente por las autoridades.
Una advertencia con peso legal
El comunicado final del tribunal fue claro: acciones como estas no encajan con los valores de la nación. Y aunque el sistema cubano dice apostar por la reeducación y la reinserción, también dejó claro que eso no significa impunidad ni tolerancia ante la violencia.
Las condenas aún no son definitivas. Los acusados pueden presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo Popular una vez que se notifique la sentencia por escrito. Pero mientras eso ocurre, lo vivido en la Finca de los Monos sirve como recordatorio de que una tarde mal manejada puede terminar costando la libertad.