¿Recuerdas cómo se ponía la calle 23 del Vedado un sábado por la tarde? Gente por todos lados, carros tocando bocina, los cines a reventar, parejitas en las aceras y hasta el olor a pizzas mal hechas flotando en el aire. Bueno… eso ya es historia. Un video que se volvió viral en redes sociales muestra esa misma avenida un sábado a las 6 de la tarde… completamente vacía. Y no vacía tipo “medio floja”, no. ¡Vacía de verdad!
Un joven cubano decidió sacar el teléfono y grabar lo que vio al pasar por 23. “Esto es la calle 23 y es sábado, 6 de la tarde… vacío. Aquí no hay nada”, dice mientras camina por una de las arterias más conocidas de La Habana. Ni una alma. Ni una bicicleta. Solo matas crecidas a ambos lados y una soledad que duele. Es como si alguien hubiera apagado la ciudad.
El video lo subieron en la cuenta de TikTok @losfueradrosca, y ahí se puede ver clarito: no hay nadie caminando, no hay carros, no hay nada que recuerde al bullicio que antes definía esa zona. Y por si fuera poco, las aceras están llenas de ramas, hojas secas y una sensación general de abandono. Como si la ciudad hubiera tirado la toalla.
El muchacho que graba no puede creer lo que ve. “En mis tiempos esto estaba lleno de gente y más un fin de semana. Era una locura, gente por todos lados, caminando, piquete de muchachos. Cuba se está quedando vacía, aquí no hay nada. Esto es una locura, increíble”, dice. Y es que tiene razón. Lo que antes era un hervidero de vida, ahora parece un escenario de película postapocalíptica.
La reacción en redes no se hizo esperar. Muchos usuarios empezaron a comentar lo mismo: la ciudad se está apagando. Entre la migración masiva y la crisis económica que no da tregua, La Habana está perdiendo a su gente y su esencia. Zonas que eran tradicionalmente activas, como el Vedado, ahora parecen atrapadas en un letargo triste.
Y no es el primer video así. Escenas similares se han vuelto cada vez más comunes. Cada clip, cada publicación, es un retrato más del deterioro que está sufriendo el país. No solo en su infraestructura, sino en lo más importante: su gente y su energía.